Radiocirugía: técnica multidisciplinaria para la eliminación de tumores

Radiocirugía: técnica multidisciplinaria para la eliminación de tumores

Editado por: el 10/10/2023

La radiocirugía es una técnica microquirúrgica que se aplica en forma multidisciplinaria, con la participación de neurocirujanos, radio oncólogos, físicos, neurorradiólogos y técnicos en radiación.

¿En qué padecimientos se puede usar la radiocirugía?

La radiocirugía es útil para disminuir en forma significativa las complicaciones de la neurocirugía tradicional, ocupando la primera opción de tratamiento para los pacientes con malformaciones vasculares y tumores con alto riesgo quirúrgico. Asimismo, representa el tratamiento complementario de primera elección para aquellos con tumores benignos, generalmente localizados en la encrucijada neurovascular de la base del cráneo donde es muy común que queden restos de tumor después de una extirpación quirúrgica parcial.

La radiocirugía es sinónimo de alta tecnología y dosis única de radiación a un volumen pequeño, el cual se define con imágenes digitales de alta resolución, con disminución importante de la radiación en la periferia del objetivo para mantener un índice alto de efectividad y un riesgo muy bajo de complicaciones.

Objetivo de la radiocirugía

Las imágenes que se muestran demuestra con toda precisión tridimensional tanto el objetivo de tratamiento como las estructuras nerviosas y vasculares perilesionales, para poder garantizar la mínima dosis de radiación hacia los tejidos sanos.

En este tratamiento, se utiliza radiación ionizante de tipo rayos gamma o iones pesados o rayos X de alta energía, la cual se aplica en dosis única y requiere de pocas horas de hospitalización.

Existen diferencias significativas en los riesgos y beneficios, entre la administración de una dosis alta de radiación a un volumen pequeño (radiocirugía) y la aplicación de la radiación a dosis bajas durante varias sesiones a volúmenes de mayor tamaño (radioterapia). La radiocirugía implica la aplicación de una dosis muy alta de radiación, en un volumen pequeño y mínima dispersión de radiación hacia los tejidos sanos que rodean el objetivo. Algunas de las diferencias, están determinadas por la sensibilidad radiobiológica distinta entre las células de los tejidos sanos, tumores benignos y malignos.

La selectividad y la conformación son requerimientos indispensables en el control de calidad de la radiocirugía, lo cual se traduce en el menor riesgo de complicaciones.

Se recomienda la administración de la dosis en fracciones, permitiéndole a las células normales vecinas al tumor, que sufran menos el impacto radiobiológico. Sin embargo, la efectividad radiobiológica es significativamente mayor si la dosis de radiación se administra en una sesión a un tejido de respuesta tardía como los tumores benignos o el tejido nervioso sano cuando hay que modificarlo en su función en el caso de trastornos psiquiátricos, neuralgia del trigémino o el tejido cerebral anormal en los focos de epilepsia.

Neurocirugía en Tlalpan