Aplicación de insulina para controlar la Diabetes

Aplicación de insulina para controlar la Diabetes

Editado por: TOP DOCTORS® el 14/12/2022

En las inyecciones subcutáneas se suelen emplear los bolígrafos o plumas de insulina (lenta y rápida). La insulina lenta se pone en una o varias inyecciones diarias y la rápida, antes de cada comida .

 

La insulina se aplica mediante inyección subcutánea, empleando habitualmente una pluma o una Bomba de Insulina de infusión continua.

 

El tipo de insulina que se administran niños y adultos que viven con Diabetes es la misma: una insulina de acción lenta para imitar la emisión de insulina pancreática continua que acontece (en general, los análogos glargina y degludec), y una insulina de acción rápida para metabolizar la glucemia que asciende en sangre después de cada comida (los análogos: lispro, glulisina y aspart), tratando de imitar siempre la secreción pancreática normal del individuo sano.

 

 Administración de la insulina en Diabetes Tipo 1

En las inyecciones subcutáneas se suelen emplear las plumas de insulina (lenta y rápida). La insulina lenta se pone en una o varias inyecciones diarias y la rápida, antes de cada comida. Por lo tanto, cada paciente ha de ponerse un mínimo de 4 inyecciones diarias: una de lenta y 3 de rápida (antes del desayuno, comida y cena).

 

Pero es muy habitual que tengan que aumentar el número de inyecciones diarias que deben administrarse. En las Bombas de Infusión sólo se utilizan insulinas de acción rápida. La insulina pasa través de un pequeño Catéter insertado debajo de la piel y que se debe cambiar cada tres días (máximo cuatro).

 

El ajuste insulínico se realiza teniendo en cuenta el control del nivel de glucosa en sangre realizado por el paciente con un glucómetro o un dispositivo de monitoreo continuo de glucosa.

 

Se deben hacer un control 6 veces diarias: antes y dos horas después de las comidas y, en muchas ocasiones, también a las 3 de la mañana. El control de antes de cada comida, es crucial para definir la cantidad de insulina que se deben inyectar ya que hay que adecuarla a la cifra que han obtenido.

 

Asimismo, es necesario saber contar los hidratos de carbono que van a ingerir (también tener en cuenta las proteínas y grasas que contiene la comida), así como el ejercicio que van a realizar o que han realizado, para que la dosificación de la insulina sea lo más exacta posible en función de las necesidades del momento. 

 

Así pues, estos pacientes requieren de unos conocimientos exhaustivos que sólo adquieren de forma progresiva a través de educación y acompañamiento constante del paciente y su familia.

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