Artrosis de Rodilla: entre Cirugía de Prótesis y otros tratamientos no quirúrgicos
La Artrosis es una Enfermedad Reumática muy común. Usualmente a partir de los 50 años la mayoría de personas tiene manifestaciones radiológicas de esta enfermedad. Pero solamente una pequeña porción de las personas que tienen estas manifestaciones presentan síntomas de Artrosis.
Para identificar los síntomas es necesario reconocer si hay Dolor Articular, esto cuando se realizan esfuerzos pequeños o grandes. Posteriormente es necesario ver si hay limitaciones en los movimientos articulares, regularmente se escucharán con crujidos, rigidez y deformidades en la rodilla.
¿Cuándo debemos recurrir a la implantación de una Prótesis de Rodilla?
Cuando la Artrosis se encuentra muy avanzada, la Cirugía Protésica es la mejor opción. Es necesario que a través del historial médico se identifique si la movilidad ha sido realmente afectada, además, el objetivo principal es evitar que el Dolor se vuelva Crónico e informar al paciente sobre las posibles secuelas de este tratamiento y por supuesto, evitarlas.
El 85% de los pacientes sometidos a una implantación de Prótesis de Rodilla están satisfechos, con buenos resultados para realizar sus actividades diarias. Además, notan una mejoría del dolor y de la capacidad funcional.
El 15% de los pacientes quedan insatisfechos, y las complicaciones importantes son entre el 1 y el 3% de los casos. Esta insatisfacción proviene de esta situación: regularmente cuando falla una Prótesis viene otra. Además, los resultados son variables en actividades deportivas como la marcha, bicicleta, natación, golf, etc. Por otra parte, debe valorarse el riesgo quirúrgico, y tener claro que existe una recuperación de unos cuatro meses, aproximadamente. Es importante destacar que se requiere que el paciente tenga un estado general bueno para optimizar resultados; la actitud, la información, las expectativas del paciente y su estado psicológico son muy importantes.
Las opciones principales son las Prótesis de Rodilla: totales o parciales, pero antes de seleccionar la clave está en identificar la sintomatología clínica, la carencia de mejoría con otros tratamientos no quirúrgicos, el deterioro articular, el estado de salud, la disposición del paciente y su edad. Hay nuevos materiales, como la cerámica y el tantalioometal trabecular, diseños más anatómicos. Además de innovaciones en Técnicas como las de navegación y robótica que pueden mejorar la precisión. Cabe destacar que siempre se necesita un mínimo de 10 años para confirmar si algo es mejor.
¿Existen otras opciones?
Además de otras cirugías, como la Osteotomía, hay medidas habituales de higiene sanitaria, como la realización de dietas, práctica de ejercicio físico, Fisioterapia, entre otras opciones. Cuando la indicación de cirugía con Artroplastia no está clara, se recomiendan tratamientos regenerativos, que van desde los factores de crecimiento hasta la terapia celular.
Estos requieren unas condiciones determinadas de preparación: material adecuado, salas estériles o campana de flujo laminar y, en ocasiones, colaboración con centros especiales autorizados para el desarrollo de cultivos celulares.