Cáncer de tiroides: una enfermedad creciente

Cáncer de tiroides: una enfermedad creciente

Editado por: el 28/02/2020

El cáncer de tiroides es una enfermedad altamente prevalente en nuestro medio. Es el cáncer que mayor crecimiento ha registrado en frecuencia en las últimas 3 décadas, aún por encima de otras patologías a las que se les suele prestar más atención como el cáncer de mama, el cáncer cérvico-uterino, entre otros.

 

 

La forma más frecuente de cáncer de tiroides es el carcinoma papilar, el cual está presente en hasta el 80% de los casos. Recibir el diagnóstico de carcinoma papilar de tiroides puede ser angustiante al principio, sin embargo, la gran mayoría de estas lesiones exhiben un crecimiento lento y en la mayor parte de los casos pueden ser extirpados por completo. Está enfermedad puede ocasionalmente extenderse hacia los ganglios del cuello y esto, a pesar de que nos habla de una enfermedad más avanzada, rara vez empeora significativamente el pronóstico final que frecuentemente es excelente. La gran mayoría de los pacientes que desarrollan carcinoma papilar de tiroides no mueren a causa de esta enfermedad y casi todos ellos obtienen una curación completa, satisfactoria y duradera, si se brinda tratamiento oportuno y adecuado.


¿Cómo se siente el cáncer de tiroides?

 

La mayoría de los pacientes que reciben el diagnóstico de cáncer de tiroides no reportan síntomas. Para algunos, la primera manifestación es la aparición de un nódulo o “bolitaen el cuello. Algunos pacientes con lesiones grandes o avanzadas pueden desarrollar dificultad al tragar o respirar, cambios en la voz, tos crónica u otros.

 

¿Cuáles son los factores de riesgo para desarrollar cáncer de tiroides?

 

En general, no es posible identificar una causa específica por la cual las personas desarrollan cáncer de tiroides. El carcinoma tiroideo es más frecuentemente diagnosticado en mujeres, en su mayoría jóvenes. Algunas situaciones muy específicas pueden contribuir como factores de riesgo para desarrollar esta enfermedad.

 

Aquí algunos ejemplos:


- Exposición a radiación ionizante: en este apartado no nos referimos a radiografías, mamografías o estudios simples de rayos X sino a la exposición prolongada que puede resultar de tratamientos médicos para el acné, las amígdalas y algunos tipos de cáncer entre los que se cuentan los linfomas, el cáncer de cabeza y cuello, pulmón, mama, entre otros. También la exposición ambiental de personas que trabajan con radiación o que han estado expuestas en zonas de accidentes nucleares (Chernobyl, Fukushima) puede representar un factor de riesgo significativo.


- Genética: el carcinoma papilar de tiroides puede presentarse en varios miembros de la familia o como parte de síndrome genéticos. De manera muy poco habitual, se puede presentar en asociación con tumores colorrectales, mamarios, etc. Los pacientes con antecedentes familiares
de cáncer de tiroides tienen un riesgo incrementado de desarrollar la enfermedad.

 

 ¿Cómo diagnosticarlo?

 

Como hemos mencionado previamente, el cáncer tiroideo suele no provocar síntomas, especialmente durante su etapa temprana. La mayor parte del tiempo, la enfermedad se encuentra por un crecimiento en la parte anterior del cuello o por una lesión encontrada incidentalmente en un estudio de imagen, ya sea ultrasonido, tomografía, etc.

 

Como parte del abordaje diagnóstico puede ser necesario evaluar la función de la glándula, caracterizar la lesión por medio de un estudio de imagen y si la imagen lo sugiere, obtener una biopsia por aspiración con aguja fina. El patólogo finalmente interpretará lo que observa en la muestra al microscopio y nos reportará una categoría específica con lo que tu médico podrá guiarse hacia el seguimiento paso.



¿La cirugía como único tratamiento?

 

Una vez que se establece el diagnóstico de cáncer tiroideo, la cirugía para resección del mismo es la parte más importante del tratamiento. En la mayor parte de los casos, la tiroidectomía total o resección completa de la glándula tiroides es el procedimiento recomendado debido a que el cáncer tiroideo tiende a ser multifocal, es decir, que puede estar presente en varias regiones de la glándula. En algunas ocasiones es recomendable retirar al mismo tiempo tejido que contiene ganglios en el cuello. En algunas circunstancias es deseable o necesario, administrar una dosis de yodo radioactivo postoperatorio como tratamiento adyuvante y para facilitar el seguimiento a largo plazo.

 

Es muy importante, que la cirugía sea llevada a cabo por un cirujano con una preparación adecuada, que dedique la mayor parte de su práctica profesional a este padecimiento ya que se ha demostrado que los resultados son mejores y las complicaciones menos frecuentes si estas operaciones son practicadas por una persona calificada que realiza estas cirugías con gran frecuencia.

Cirugía General en Chihuahua