Cirugía para la Fístula Anal

Cirugía para la Fístula Anal

Editado por: TOP DOCTORS® el 09/02/2023

La cirugía es el tratamiento más eficaz para aquellos pacientes que sufren de Fístulas

Fístula Anal

Una Fístula es una conexión anormal entre dos partes, que se produce en el interior del cuerpo. Los síntomas pueden ir desde un ligero picor o escozor hasta un dolor agudo intenso, e incluso, aparecer sangrado o pus. La cirugía es el tratamiento más eficaz para aquellos pacientes que la sufren.

 

Una Fístula Anal es un trayecto que comunica el canal anal con la piel. Normalmente está causada por la infección de unas glándulas que se hallan en la llamada línea dentada, que es la zona donde acaba el recto y empieza el canal anal.

 

En la mayoría de los casos la infección es espontánea o idiomática, aunque en ocasiones va asociada a enfermedades inflamatorias del intestino, como por ejemplo la Enfermedad de Crohn.

 

La forma aguda de la infección es el Absceso Anal, que suele controlarse con antibióticos o bien mediante desbridamiento quirúrgico.

 

Normalmente los pacientes se someten a la Cirugía de la Fístula Anal. Existen sólo algunos casos excepcionales de resolución espontánea y que no precisan una intervención quirúrgica. Sin embargo, cuando la Fístula ya está establecida, el único tratamiento curativo es la cirugía.

 

Fístulas simples o complejas

 

Existen distintas maneras de tratar cada tipo de Fístula. Dependiendo de si el trayecto de la Fístula atraviesa o afecta más o menos a la musculatura esfinteriana anal (constituida por el esfínter anal interno y el externo), las Fístulas se clasifican en simples o complejas, lo cual condiciona la técnica quirúrgica a utilizar.

 

  • Fistulas Simples: afectan menos los esfínteres
  • Fístulas Complejas: incluirían los trayectos más profundos con afectación de mucha musculatura esfinteriana, fístulas recidivadas (ya operadas previamente) o las asociadas a otras enfermedades intestinales

 

Postoperatorio

 

Dependiendo de la técnica utilizada pueden existir algunas normas más específicas, pero de forma general todo lo que se precisa es seguir un reposo relativo los primeros días de postoperatorio, con analgésicos si se precisa y una buena higiene de la zona anal, recomendándose en algunos casos la aplicación de pomadas que favorezcan la cicatrización de las heridas.

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