Piedras en el riñón: causas, tratamiento y prevención

Piedras en el riñón: causas, tratamiento y prevención

Editado por: el 28/02/2020

Las piedras en el riñón están hechas de elementos naturales de la orina que se comienzan a unir entre ellos para formar dichas piedras. Las moléculas del oxalato de calcio, del fosfato y del magnesio en una orina concentrada, se empiezan a unir poco a poco hasta formar una piedrita. Pero, ¿qué hacer si el dolor el más recurrente? ¿Cómo se pueden prevenir?

 

 

Desafortunadamente, en la actualidad, los pacientes sólo van al médico cuando les duele algo, por lo que no existe una cultura de la prevención, sino la medicina curativa. En este caso, sucede lo mismo al hablar de piedras en el riñón, ya que el paciente acude al médico por un dolor que comienza en la espalda baja.

 

Es importante mencionar que la piedra como tal no da un dolor previo, la piedra duele cuando obstruye la vía urinaria, es decir, en el momento en el que se tapó algo ahí empieza el dolor. La mayoría de los pacientes reportan que el dolor es el más intenso de su vida, muy fuerte y en algunos casos agudo y punzante.

 

¿POR QUÉ SE FORMAN PIEDRAS EN EL RIÑÓN?

 

Su origen está relacionado con temas de alimentación, específicamente por una falta de hidratación o una mala hidratación. Este es el factor principal, ya que una falta de ingesta de líquidos o la nula reposición de ellos es el principal desencadenante para que se formen las piedras. Lo más común es que sean de oxalato de calcio, en alrededor del 85% de los casos. También pueden ser de ácido úrico, de cistina y otros elementos que no son tan comunes.

 

En el caso de los de oxalato de calcio, es muy común entre las mujeres porque prefieren no consumir una cantidad alta de agua cuando no hay certeza de encontrar un baño cerca. Entonces se empieza la restricción de la ingesta de líquidos y eso hace que la orina se empiece a hacer cada vez más concentrada, por lo que los elementos naturales de la orina se unen y están más concentrados. En una orina poco diluida es más fácil que se formen las piedritas porque están más en contacto estos elementos.

 

Casi todas las piedras en el riñón generan infecciones urinarias de leves a graves, sobre todo en pacientes que tienen infecciones muy recurrentes. En este caso puede ser una piedra que no obstruye, no duele y no da síntomas, pero ahí está, entonces empieza la infección va al médico, se le recetan antibióticos, pero no se descubre la base de la enfermedad que es la piedra como tal, por eso es muy importante acudir con el Urólogo para descartar la presencia de una piedra en el riñón.

 

CÓMO PREVENIR LA PIEDRAS EN EL RIÑÓN

 

Lo primero es ingerir líquidos, entre 2 o 2 litros y medio de agua al día, con esto es prácticamente imposible que se formen las piedras porque no se les da la capacidad a los elementos de poder unirse entre ellos. Todo el tiempo se están moviendo y van siendo excretados por el mismo organismo. Por otro lado, si se tiene alguna predisposición o una alteración genética, por ejemplo, el relacionado a problemas con el calcio, estamos hablando de casos muy puntuales que deben analizarse en conjunto con otras disciplinas, pero lo más importante es consumir la cantidad correcta de líquido.

 

Debemos tomar en cuenta que el cuerpo solamente va a absorber la cantidad de líquido que necesita y lo va a producir en orina, entonces el tomar jugos, refrescos o bebidas carbonatadas es independiente a la formación de las piedras, es decir, este tipo de bebidas no tienen una relación directa con formen una piedra per se, sin embargo, se deben evitar para no desencadenar otras complicaciones como diabetes y demás.

 

Mucho se ha hablado de restringir la dieta del paciente con piedras en el riñón, pero la dieta restrictiva es un tabú. En los años 90 se recomendaba no comer productos con calcio, es decir, crema, lácteos o tortillas. Hoy en día sabemos que entre sólo un 7 y un 9% de los casos están relacionados con la ingesta propiamente de calcio, porque esa es una alteración que absorbe de más este mineral. Sin esta alteración, el organismo sólo va a absorber la cantidad de calcio que necesita. En concreto: no se requiere una dieta restrictiva, porque el cuerpo sólo toma lo que requiere.

 

En específico hay una relación 2 a 1 a favor de los hombres de ser más propensos a padecer piedras en el riñón, sin embargo, las mujeres tienen factores de riesgo como el embarazo, porque no hay un flujo correcto de orina por la comprensión obvia del útero gestante hacia las vías urinarias y el efecto de las hormonas, lo que implica una relajación del músculo liso de las mismas vías.

 

¿CUÁL ES EL TRATAMIENTO A SEGUIR?

 

En el momento en el que ya está formada la piedra, es prácticamente un hecho de que debe ser intervención quirúrgica para retirarla. Hoy en día contamos con técnicas endoscópicas, esto se refiere a cámaras muy pequeñitas que entran por la misma vía urinaria y no se hacen grandes incisiones, cirugías o se tienen abundantes sangrados. En realidad, se aprovecha el uso de la tecnología y con cámaras muy delgadas y un láser micrométrico el especialista en Urología entra hasta cualquier rincón del riñón y se puede eliminar la totalidad de las piedras. Esto depende del tamaño y tipo de piedra, así como su localización.

 

Después de la cirugía, les va muy bien a los pacientes, ya que evolucionan favorablemente y la mayoría se puede ir a casa con los cuidados postoperatorios indicados y que son mucho más sencillos. Ante cualquier duda o sospecha de padecer una piedra en el riñón, lo más importante es acudir con el Urólogo. Un riñón que está obstruido, en 50 o 60 días ya se está perdiendo, entonces antes de perder la función el riñón hay que estar completamente seguros del diagnóstico porque célula del riñón que se pierde es una célula que no se recupera.

 

CONSECUENCIAS DE PADECER PIEDRAS EN EL RIÑÓN

 

Hay una alta relación entre piedras en el riñón y falla renal, es muy común porque no se hace caso a tiempo al dolor y las primeras 24 a 48 horas duele mucho. Si no se trata en ese tiempo esa piedra, entonces el riñón deja de trabajar para dejar de hacerse daño a sí mismo. En palabras simples: el riñón “se detiene” y ahí baja el dolor, pero el paciente se confía y piensa que ya se curó, pero no es así, sino que avanza esta patología hasta que se convierten en piedras que llevan mucho tiempo ahí y hacen que el riñón ya no funcione o se generen abscesos e infecciones graves que no se atendieron a tiempo.

Urología en Benito Juárez