¿Qué es el Síndrome Premenstrual o de Tensión Premenstrual (STPM)?

El Síndrome Premenstrual (STPM) es un conjunto de molestias que suelen acompañar a los dolores menstruales, englobando síntomas repetitivos que pueden presentar la mayoría de las mujeres con mayor o menor intensidad de 1 a 2 semanas antes de presentar el sangrado menstrual, lo que equivale a la segunda fase del ciclo menstrual, y tienden a desparecer en los primeros días de la regla o en algunas ocasiones pueden continuar durante los días del sangrado menstrual desapareciendo definitivamente el término de este. Es un trastorno común en mujeres de 20 a 45 años, principalmente.

¿Cuáles son sus síntomas?

Existen más de 150 síntomas y pueden manifestarse con diferentes grados de intensidad, que, en la gran mayoría de las ocasiones, son bien tolerados o requieren del uso de medicación para sobrellevarlos.

Cabe mencionar que únicamente de 5 a 10 % de los casos se presentan como síntomas lo suficientemente intensos para interferir o incapacitar a la mujer para realizar sus actividades diarias. Uno de los síntomas más comunes es la alteración en el estado de ánimo que puede ir desde un estado de irritabilidad hasta un cuadro de Depresión y puede estar acompañado de cansancio o fatiga, alteraciones en el sueño como insomnio y dificultad para concentrarse en las actividades cotidianas.

Otros síntomas recurrentes son: dolor de los senos, incomodidad abdominal por un abdomen distendido e incremento transitorio de peso asociado a los cambios producidos por la retención de líquidos.

Como se mencionó al inicio, existen muchos síntomas y en la lista también se encuentran: dolor de cabeza, náusea, mareo, ardor en el estómago, disminución del apetito, antojos (el deseo insaciable de alimentos dulces), estreñimiento, sensación de adormecimiento o calambres, presencia de acné, palpitaciones del corazón, la presencia de moretones en brazos-piernas y hasta en algunos casos la exacerbación de las manifestaciones de un proceso alérgico.

¿Qué lo causa?

La aparición de este síndrome está dada principalmente por los cambios hormonales que se presentan después de la ovulación, aunque también se relacionan los cambios en las sustancias llamadas neurotransmisores tales como la serotonina y las endorfinas.

Así mismo, existen teorías relacionada con las deficiencias nutricionales, por ejemplo, la deficiencia de vitaminas B6 y E, y las alteraciones en los niveles de azúcar en la sangre y electrolitos como son el calcio y el magnesio.

Finalmente, el factor de Estrés, factores psicológicos, ambientales y socioculturales se han implicado en la aparición y en la gravedad de los síntomas. 

¿Cuándo podemos sospechar o afirmar que tenemos un posible STPM?

Podemos afirmar que se trata del STPM cuando se presenta por lo menos uno de los síntomas físicos y otro de tipo psíquico que afectan en grados de intensidad moderada o grave, lo que traduce en que esté afectándose la calidad de vida o interfiere en el hacer diario, presentándose en días previos al periodo menstrual o posterior a los días de la ovulación, durante 2 o más periodos menstruales.

¿Existe algún tratamiento específico?

Debe ser siempre individualizado y prestar atención con base en los principales síntomas que se presenten. Es importante mantener un estilo de vida más sano y se recomienda el uso de medicamentos de venta comercial o incluso el uso de medicamentos que contengan hormonas de acuerdo con cada caso.

Es importante contar con el apoyo de la psicoterapia o la prescripción de tratamientos para ayudar a controlar la Ansiedad y la Depresión.

¿Cuáles son las recomendaciones preventivas del STPM?

Como mencionamos antes, los cambios en el estilo de vida son fundamentales, modificar los alimentos con el fin de llevar una dieta equilibrada en todos sus componentes rica en vegetales, frutas y cereales, será un paso inicial. 

Es importante incrementar el aporte suficiente de alimentos que contengan vitaminas, calcio, magnesio y los ácidos grasos esenciales, disminuyendo el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas, azúcares y sal (para evitar la retención hídrica).  

Finalmente distribuir durante el día la ingesta de alimentos respetando los horarios y no dejando tiempos prolongados de ayuno.

Disminuir considerablemente el consumo de café, bebidas azucaradas y chocolates, así como evitar el consumo de tabaco. Deben realizar ejercicio físico de manera regular y en los días previos a presentar el periodo menstrual, tener una rutina de ejercicio físico de bajo impacto o en leve intensidad.

Finalmente, si los síntomas son muy intensos y de manera habitual lo ideal es una valoración médica con el médico especialista en Ginecología.