Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en adultos

Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en adultos

Editado por: el 10/10/2023

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), se caracteriza por un patrón persistente de inatención, y/o hiperactividad e impulsividad.

Adriana Espinosa de los Monteros González

El TDAH interfiere en el funcionamiento de la persona. Los síntomas son: dificultad para prestar atención a detalles cometiendo errores por descuido, dificultad para mantener atención en diferentes actividades lo que da apariencia de no escuchar, problemas para seguir instrucciones, organizarse o completar tareas que requieran esfuerzo mental sostenido, pérdida de objetivos, distracción por estímulos externos o pensamientos y olvido de cosas cotidianas.

La hiperactividad e impulsividad incluyen complicaciones para permanecer sentado, inquietud, habla excesiva, respuestas inesperadas, interrumpiento y dificultad para esperar turnos. Estos síntomas suelen manifestarse antes de los 12 años, sin embargo, en adultos los signos se van modificando según las exigencias del entorno donde se desenvuelva la persona.

TDAH en adultos

El TDAH del adulto es cuando los síntomas persisten después de los 17 años. Todo dependerá de la etapa en que se encuentre el adulto, es decir, universidad, trabajo, entre otras; se puede presentar como  aburrimiento fácil, dificultades para organizar el tiempo o para dar prioridad a las cosas que requieren solución o atención inmediata, dificultad para conseguir objetivos personales, laborales, mala administración del tiempo, pérdida de objetos, accidentes leves por distracción como golpes leves al automóvil, olvido de citas, entre otros síntomas, que en algún momento pueden ser graves causando problemas importantes. Lo anterior genera frustración, baja autoestima, ansiedad y dificultades interpersonales por las exigencias del entorno.

Cuando se presenta desde la infancia, habitualmente se acompaña de dificultades escolares, no por falta de capacidad intelectual en la mayoría de los casos, sino por problemas de conducta, tareas incompletas, y dificultades similares. Posteriormente se pueden presentar problemas de fracaso académico, dificultades ocupacionales, problemas de autoestima, problemas en las relaciones, accidentes, abuso de sustancias, e incluso trastornos de ansiedad, depresión y adicciones.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico es clínico, es decir, a través de una entrevista con un especialista. Pero también se realizan estudios para corroborar o especificar las áreas comprometidas. Se realizan cuestionarios o estudios neuropsicológicos; electroencefalograma con p300, así como estudios de imagen funcional.

El tratamiento depende de la gravedad, que va de leve a severa. En casos leves, se puede intentar alguna terapia neuropsicológica para mejorar atención, concentración, evitar distracciones, etc. En los severos, al tratarse de una alteración biológica cerebral, se requiere medicación específica, así como tratamiento de los síntomas que frecuentemente se encuentran a la par como depresión, ansiedad, consumo de tabaco y alcohol entre otros. La elección del medicamento en adultos, depende de otros signos que pudieran presentarse a la par. También es importante hacer una intervención psicoterapéutica para trabajar los aspectos emocionales, conductuales e interpersonales que haya ocasionado el trastorno. 

Psiquiatría en Miguel Hidalgo