¿Por qué es tan importante controlar los niveles de colesterol y cómo ha cambiado la forma de hacerlo en los últimos años?
El Colesterol elevado sigue siendo una de las principales causas de Infarto, Embolia Cerebral y Enfermedad Arterial Periférica. En los últimos años, sin embargo, ha cambiado la manera en que lo entendemos y tratamos. Hoy sabemos que el colesterol LDL —conocido como “Colesterol Malo”— no es solo un marcador de riesgo, sino una causa directa de aterosclerosis, es decir, el proceso mediante el cual las arterias se van obstruyendo poco a poco. Las Guías Europeas de Dislipidemias ESC/EAS 2025 recomiendan un control más estricto, con metas más bajas y un enfoque personalizado de acuerdo con el riesgo cardiovascular total de cada paciente.
¿Qué avances existen en el diagnóstico y monitoreo del colesterol “bueno” (HDL) y “malo” (LDL)?
Durante años se pensó que tener niveles altos de “colesterol bueno” (HDL) protegía al corazón. Hoy sabemos que no importa solo la cantidad, sino la calidad y funcionalidad del HDL. Por otro lado, las nuevas herramientas permiten evaluar con mayor precisión el colesterol “malo”:
- Apolipoproteína B (apoB) mide el número real de partículas aterogénicas
- Lipoproteína(a), o Lp(a), tiene un fuerte componente genético y ayuda a identificar a las personas con riesgo cardiovascular alto, incluso si su Colesterol total parece “normal”
Según las guías 2025, los objetivos de Colesterol LDL son:
- <40 mg/dL en pacientes de riesgo crítico
- <55 mg/dL en riesgo muy alto. Cumplir estas metas reduce significativamente la probabilidad de infarto o eventos cardiovasculares mayores
¿Qué papel juegan la genética y el estilo de vida en los niveles de colesterol?
La Genética influye directamente en cómo el cuerpo produce y elimina el Colesterol. Por ejemplo, las personas con hipercolesterolemia familiar tienen desde jóvenes niveles muy altos de colesterol LDL porque su hígado no logra eliminarlo correctamente. Aun así, los hábitos diarios siguen siendo decisivos: una alimentación rica en grasas saturadas y ultraprocesados, el sedentarismo y el sobrepeso aumentan notablemente los niveles de colesterol. Por eso, el tratamiento combina siempre ciencia y estilo de vida: buena alimentación, ejercicio regular y control del estrés. Sin embargo, incluso con hábitos saludables, la reducción del colesterol LDL suele ser solo de un 10 a 15%, por lo que en muchos casos es necesario un tratamiento farmacológico para alcanzar las metas recomendadas.
¿Existen nuevos tratamientos o recomendaciones dietéticas más efectivas para reducir el colesterol alto?
Sí. Los avances terapéuticos han sido notables y permiten personalizar el tratamiento:
- Estatinas y ezetimiba siguen siendo la base del manejo
- Inhibidores de PCSK9 (como evolocumab) pueden reducir el LDL hasta un 60%
- Inclisiran (siRNA) ofrece aplicación semestral, lo que mejora la adherencia
- Ácido bempedoico es una alternativa para pacientes con intolerancia a estatinas (aún no disponible en México)
Además, la evidencia reciente respalda el uso de agonistas del receptor GLP-1 y GIP, como tirzepatida, que no solo favorecen la pérdida de peso, sino que también reducen los triglicéridos y mejoran el perfil lipídico y metabólico.
En cuanto a la dieta, el enfoque actual ya no se basa en “eliminar toda la grasa”, sino en elegir grasas de mejor calidad: aceite de oliva extra virgen, aguacate, frutos secos y pescado. El patrón mediterráneo y las dietas basadas en plantas continúan siendo las más recomendadas por su efecto probado en la reducción del colesterol y la mejora de la salud arterial.
¿Qué mensaje daría a quienes piensan que el colesterol solo es un problema en personas mayores?
El Colesterol elevado no es exclusivo de los adultos mayores. Puede presentarse desde la juventud, especialmente si existen antecedentes familiares o malos hábitos. La aterosclerosis se desarrolla silenciosamente durante años antes de manifestarse con un evento cardiovascular. Por eso, detectar y controlar el Colesterol a tiempo es una inversión en salud y en calidad de vida a largo plazo.
