Angina de pecho: signos y síntomas

Un infarto se presenta con molestias en el centro o el lado izquierdo del pecho, las cuales duran más de unos pocos minutos o desaparecen y vuelven a aparecer.​

¿Qué causa la angina de pecho?

La angina de pecho sucede cuando la sustancia llamada placa se acumula en las arterias que trasladan la sangre al corazón, lo que reduce el flujo sanguíneo. Se manifiesta como una presión o dolor opresivo en el pecho, en ocasiones, los pacientes pueden confundirla con una indigestión.

Existen 3 tipos de angina de pecho:

1-Angina estable: Es cuando el corazón trabaja más fuerte de lo usual. La anguina estable tiene un patrón regular. El tratamiento para este tipo es fármacos más descanso

2-Angina inestable: No sigue algún patrón, por lo que puede ocurrir sin hacer esfuerzo físico. Es el tipo de angina más peligroso y puede conducir a un infarto. No desaparece con reposo y medicamentos

3-Angina variable: Ocurre cuando se está descansando y es el tipo menos común. También es tratada con medicamentos

Recuerda que no todas las molestias o los dolores en el pecho son angina. Si se le presenta un dolor torácico, debe consultar a un cardiólogo a la brevedad.

¿Si presento angina de pecho voy a sufrir un infarto al corazón?

Un infarto se presenta con molestias en el centro o el lado izquierdo del pecho, las cuales duran más de unos pocos minutos o desaparecen y vuelven a aparecer. Las molestias pueden sentirse como presión incómoda, opresión, sensación de llenura o dolor. La sensación puede ser leve o intensa. A veces el dolor de un ataque cardíaco se parece a la indigestión o a la acidez estomacal.

Otros signos y síntomas de un ataque cardíaco consisten en la aparición de:

• Molestias en la parte superior del cuerpo (en un brazo o en ambos, en la espalda, el cuello, la mandíbula o la parte superior del estómago)
• Dificultad para respirar, que puede presentarse al tiempo con las molestias del pecho o antes de estas
• Náuseas (ganas de vomitar), vómito, aturdimiento leve o mareo súbito, y sudor frío
• Dificultad para dormir, cansancio o falta de energía