Artroplastía: Qué es y cómo puede mejorar tu calidad de vida
La Artroplastía es un procedimiento quirúrgico diseñado para reemplazar una articulación enferma o dañada con una prótesis, con el objetivo de restaurar la movilidad y aliviar el dolor.
Este tipo de intervención es comúnmente recomendado cuando las articulaciones, como la rodilla, la cadera o el hombro, se ven afectadas por enfermedades degenerativas como la Osteoartritis o cuando existe un daño significativo debido a una lesión.
¿Por qué se realiza una Artroplastía?
Una de las principales razones por las que los pacientes buscan una Artroplastía es el dolor intenso en la articulación afectada. A medida que la enfermedad progresa, el dolor puede volverse tan debilitante que limita las actividades diarias, como caminar, subir escaleras o incluso sentarse.
Además del dolor, la rigidez y la pérdida de funcionalidad son factores importantes que llevan a los pacientes a consultar con un especialista.
Cuando el daño en la articulación se vuelve incapacitante, y los tratamientos no quirúrgicos ya no son efectivos, la Artroplastía puede ser la opción recomendada para restaurar la calidad de vida del paciente.
¿Cómo se realiza una Artroplastía?
Durante una Artroplastía, el cirujano extrae las partes dañadas del hueso y las reemplaza con una prótesis ortopédica que imita la función de una articulación sana. Un ejemplo común es la Artroplastía de rodilla.
En este procedimiento, se eliminan las superficies desgastadas de la tibia, el fémur y la rótula, y se reemplazan con una prótesis que actúa como una bisagra, devolviendo la movilidad que el paciente tenía cuando era más joven. El proceso quirúrgico también puede realizarse en otras articulaciones, como la cadera o el hombro, dependiendo del área afectada.
Preparación para una Artroplastía
La preparación para una Artroplastía incluye una evaluación médica completa del estado de salud del paciente. Este paso es crucial para minimizar los riesgos durante y después de la cirugía, especialmente en personas mayores de 45 años. La evaluación suele incluir:
- Revisión cardiovascular y pulmonar: un cardiólogo o un médico internista evaluará el estado del corazón y los pulmones para asegurar que el paciente esté en condiciones de someterse a una cirugía
- Análisis de laboratorio: estos análisis ayudan a identificar cualquier posible infección, como infecciones urinarias o de garganta, que podrían afectar la cirugía
- Densitometría ósea: en pacientes mayores, se realiza una densitometría ósea para evaluar la salud de los huesos y prevenir problemas como el aflojamiento de la prótesis debido a la osteoporosis
Cuidados después de una Artroplastía
La recuperación de una Artroplastía requiere seguir estrictamente las indicaciones del médico para asegurar una correcta cicatrización y funcionalidad de la prótesis. Algunos cuidados básicos incluyen:
- Movilidad temprana: es fundamental que el paciente comience a moverse tan pronto como los efectos de la anestesia hayan desaparecido para reducir el riesgo de Trombosis
- Precauciones específicas según la articulación: en el caso de la cadera, el paciente debe evitar cerrar las piernas o doblarlas más de 90 grados para prevenir que la prótesis se luxe (desplace). Además, durante los primeros meses, se recomienda no cargar objetos pesados ni recargar el peso sobre el lado operado hasta que los tejidos cicatricen adecuadamente
Es importante que los pacientes sigan las recomendaciones de sus médicos y acudan a especialistas certificados en cirugía reconstructiva y articular. La Artroplastía es una solución efectiva para personas que sufren de dolor articular crónico o limitaciones funcionales graves.
Este procedimiento puede mejorar significativamente la calidad de vida, permitiendo que el paciente recupere la movilidad y alivie el dolor. Sin embargo, es crucial recibir una evaluación médica completa y seguir los cuidados postoperatorios adecuados para asegurar el éxito de la cirugía.