El Autismo, también conocido como Trastorno del Espectro Autista (TEA), es una condición del neurodesarrollo que afecta la forma en que una persona se comunica, interactúa y se comporta.
¿Cuáles son los primeros signos de Autismo en un niño?
Hablar de Autismo es un tema complejo, pero existen primeros signos que pueden alertarnos o hacernos sospechar que algo está ocurriendo con nuestros niños y que requieren una valoración por su Pediatra o Neuropediatra.
Algunos de estos signos son:
- Falta de contacto visual desde etapas tempranas
- Falta de señalar objetos o situaciones, lo cual es una forma básica de comunicación no verbal
- Ausencia de balbuceo o palabras antes de los 18 meses
- Decir palabras una o dos veces y luego dejarlas de decir o repetirlas de forma esporádica y sin sentido
- No mostrar objetos a los padres
- Mayor interés en objetos que en personas
- No responder al llamado por su nombre
¿Qué tipos de pruebas se utilizan para diagnostica el Autismo?
Existen dos tipos principales de pruebas para evaluar el Autismo:
Pruebas de Tamizaje
Son herramientas utilizadas para resaltar ciertos síntomas o comportamientos que pueden indicar la necesidad de una valoración más detallada. Estas pruebas pueden ser realizadas por personal de salud, psicólogos o incluso profesores capacitados. La Prueba de Tamizaje más validada es la M-CHAT.
Pruebas diagnósticas
Se utilizan para confirmar el diagnóstico de Trastorno del Espectro Autista. Actualmente, hay dos pruebas validadas:
- ADOS-2: es una prueba objetiva aplicada al niño en un consultorio para evaluar ciertos síntomas clave
- ADI-R: es un interrogatorio dirigido a los padres para confirmar la existencia de síntomas en el niño
La prueba ADOS-2 es la más sensible y permite hacer un diagnóstico desde los 18 meses de edad.
¿El Autismo se presenta con mayor frecuenta en niños o niñas?
El Autismo es más frecuente en varones. En niñas, suele presentarse con subtipos que incluyen características genéticas específicas, pero es menos común en comparación con los niños.
¿Cuál es la relación entre el Autismo y la discapacidad intelectual?
El Trastorno del Espectro Autista se presenta en dos extremos:
- Alto rendimiento o capacidades funcionales conservadas: anteriormente conocido como Asperger, se refiere a niños con habilidades cognitivas desarrolladas y dificultades específicas en la comunicación social
- Asociado a discapacidad intelectual: en estos casos, los niños pueden presentar alteraciones en la comunicación, motricidad, desarrollo de la marcha, motricidad fina y control de esfínteres. Su avance suele ser más lento y el diagnóstico puede ser más difícil de establecer
¿Qué tratamientos están disponibles para el Autismo?
No existe un tratamiento curativo para el Autismo, pero sí hay tratamientos sintomáticos enfocados en mejorar la calidad de vida del niño y tratar síntomas como:
- Insomnio
- Irritabilidad
- Agresión física
- Falta de atención
Cada niño es único y requerirá un tratamiento individualizado según sus necesidades.
¿Es posible que los niños con Autismo tengan otras condiciones médicas concurrentes?
Además de los problemas de comunicación, los niños con Autismo pueden desarrollar otros trastornos, como:
- Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)
- Trastornos Depresivos y de Ansiedad, derivados de la dificultad para integrarse a la sociedad
- Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC)
- Epilepsia, que puede manifestarse con episodios de mirada fija o irritabilidad extrema
Es fundamental que el niño tenga un seguimiento con un especialista en el tema.
¿Existen terapias alternativas efectivas para tratar el Autismo?
El pronóstico mejora cuando el tratamiento se aborda de manera multidisciplinaria, incluyendo:
- Médico de base
- Psicólogos
- Terapeutas (lenguaje, ocupacional, integración sensorial)
- Escuela y familia
Cuando hay comunicación y trabajo en equipo entre todos los involucrados, el diagnóstico y pronóstico del niño suelen ser más favorables.
¿Cómo afecta el Autismo a la vida adulta de las personas que lo padecen?
Los niños con Autismo Funcional pueden llevar una vida independiente, con pequeñas dificultades en la comunicación, como entender el sarcasmo o ciertas bromas. Sin embargo, pueden acceder a estudios superiores, trabajos y formar una familia.
Lamentablemente, otros niños no logran este nivel de autonomía debido a factores económicos, desinformación o tabúes sociales. Por ello, el diagnóstico oportuno y un tratamiento integral desde la infancia son clave para su desarrollo y bienestar en la adultez.