El principal beneficio es que es un tratamiento conservador, no afecta a otras piezas dentales, entonces restaura completamente la función y la estética del diente perdido.
Función principal de los Implantes Dentales
Los Implantes Dentales son considerados unos dispositivos con un anclaje directamente al hueso mediante un proceso de desintegración con el mismo hueso del paciente. Entonces, se va a formar una unión íntima y resistente entre este tornillo, que es lo que comprende el implante, y el hueso. Esto nos va a permitir cargar este dispositivo con una corona, como si fuera la propia raíz del paciente. Entonces, funciona básicamente reemplazando la raíz del diente que se perdió.
Candidatos ideales para los Implantes Dentales
Los candidatos ideales son los pacientes que tengan ausencia de uno o más dientes, que también presenten salud sistémica general, salud periodontal, es decir, salud de sus tejidos periodontales como la encía y el hueso, y pacientes con buenos hábitos de higiene y sin hábitos lesivos como el tabaco y el alcohol.
Beneficios de los Implantes Dentales
El principal beneficio de un Implante Dental es que es un tratamiento conservador, es un tratamiento que no afecta a otras piezas dentales, entonces restaura completamente la función y la estética del diente perdido. Además, uno de los mayores beneficios también es que se puede colocar prótesis fijas.
Procedimiento de colocación de Implantes Dentales
El procedimiento de colocación de un implante es un procedimiento quirúrgico sencillo donde usamos anestesia local en la zona donde se va a tratar. Se realiza un acceso quirúrgico donde va a hacer la preparación del hueso en donde se va a colocar este implante. Esto se hace con una secuencia de fases especiales y, posteriormente, colocamos el tornillo del implante. Luego, se va suturar, se cierra ese acceso quirúrgico y se deja cicatrizar de cuatro a seis meses.
Posibles riesgos y complicaciones
Los posibles riesgos son los que encontramos normalmente en cualquier Cirugía Dental, como lo son la hemorragia intra y postoperatoria, el riesgo de infección y enfermedades periimplantarias. Pero la mayoría de estos riesgos y complicaciones se pueden manejar con un buen protocolo y con buenos cuidados del paciente posterior a la cirugía.