Cardiopatía Isquémica: Diagnóstico oportuno, tratamiento eficaz y vida plena
La Cardiopatía Isquémica, también conocida como Enfermedad Coronaria, es una afección en la que se reduce el flujo de sangre al corazón debido a la obstrucción de las arterias coronarias. Este problema puede provocar síntomas graves y potencialmente mortales si no se trata adecuadamente.
Síntomas de la Cardiopatía Isquémica
El síntoma principal de la Cardiopatía Isquémica es el dolor opresivo en la parte anterior del tórax, que puede irradiarse a la mandíbula, espalda o hombros, principalmente del lado izquierdo. Este dolor suele ser provocado por el esfuerzo físico o el Estrés.
Otros síntomas incluyen náuseas, vómitos y sudoración fría abundante. Es importante destacar que los síntomas pueden ser menos severos y más confusos en mujeres jóvenes, ancianos y pacientes diabéticos.
Pruebas diagnósticas
Para diagnosticar la Cardiopatía Isquémica, se utilizan diversas pruebas y estudios médicos:
- Electrocardiograma de Reposo: Indispensable para detectar Infartos previos, mala oxigenación en el miocardio o Arritmias
- Exámenes de Laboratorio: Importantes para identificar otras enfermedades que pueden provocar o empeorar la Cardiopatía Isquémica
- Prueba de Esfuerzo: Permite corroborar la existencia de Isquemia (falta de suficiente oxigenación en el músculo cardíaco) durante el esfuerzo
- Ecocardiograma: Muestra el funcionamiento y estructura del corazón, valorando daños por Infartos y la existencia de Isquemia durante el esfuerzo
- Gammagrafía Cardíaca y Resonancia Magnética Nuclear: Utilizadas para evaluar daño miocárdico previo y/o Isquemia Miocárdica
- Angiotomografía Coronaria: Muestra lesiones coronarias y la presencia de calcio depositado en estas lesiones
- Cateterismo Cardíaco: Estudia el daño existente en el corazón y el flujo de sangre por las coronarias, determinando si hay obstrucciones significativas
El médico determinará qué estudios realizar basándose en el balance entre el riesgo y el beneficio para el paciente.
Tratamientos eficaces
El tratamiento de la Cardiopatía Isquémica puede ser no farmacológico, farmacológico, intervencionista o quirúrgico.
Tratamiento no farmacológico
Este tratamiento se enfoca en corregir el sedentarismo, Tabaquismo, adicciones y mala alimentación, además de controlar otros factores de riesgo.
Tratamiento farmacológico
Incluye medicamentos que:
- Protegen contra la formación de coágulos en las coronarias
- Ayudan a la dilatación de las coronarias
- Detienen o revierten la Arteriosclerosis
- Controlan Arritmias
- Manejan factores de riesgo y enfermedades concomitantes
Intervencionismo coronario
Este procedimiento se realiza para tratar las lesiones obstructivas significativas en las coronarias (aquellas que obstruyen el 50% o más de la luz coronaria). El objetivo es evitar daños al corazón y, si es posible, evitar la necesidad de Cirugía Cardíaca de Puenteo Coronario.
Los métodos incluyen la Angioplastia y la colocación de Stents Coronarios. El riesgo del intervencionismo coronario debe ser mucho menor que el de dejar al paciente sólo con tratamiento farmacológico y no farmacológico, y en general, los riesgos del procedimiento son pocos.
Tratamiento quirúrgico
Se realiza para recuperar la circulación coronaria mediante Puenteo Coronario u otros métodos quirúrgicos, corrigiendo los daños provocados por Infartos previos.
Rehabilitación cardíaca
Es fundamental para educar al paciente y mejorar la capacidad física del corazón. Con una rutina adecuada, se puede aumentar la cantidad y calidad de los pequeños puentes naturales de circulación colateral cardíaca, mejorando la capacidad física cardíaca a mediano plazo.
Calidad de vida tras el diagnóstico y tratamiento
El objetivo es que los pacientes con Cardiopatía Isquémica alcancen una mejor calidad de vida después del diagnóstico y tratamiento. El tiempo que el paciente tarda en acostumbrarse a su nuevo estilo de vida y a disfrutarlo depende de él mismo.
Es muy importante que los pacientes no abandonen su nuevo estilo de vida y tratamiento, pero también es importante no vivir angustiados pensando en la enfermedad. Al seguir el tratamiento adecuado, se está haciendo lo correcto por la salud, y ahora es el momento de ser feliz.