¿Qué es el Prurito Anal?

El Prurito Anal es una condición de la piel que se caracteriza por presentar picazón e irritación en la piel alrededor del ano. La picazón puede empeorar por la noche o después de la defecación. Es recomendable no rascarse, ya que se produce una mayor irritación y empeoramiento en la zona afectada. Además, el hecho de rascarse con las uñas puede resultar en daño en la piel e incluso en infección de la zona.

Prurito Anal y sus factores

Se calcula que el prurito anal suele afectar al 1-15% de la población, siendo hasta 4 veces más probable en hombres que en mujeres.

Tipos de Prurito Anal

Clínicamente existen dos tipos de prurito anal:

Prurito anal primario (idiopático): no tiene ninguna causa subyacente, y es el tipo más común (cerca del 50-90% de casos)
Prurito anal secundario: puede deberse a muchas causas subyacentes: infecciones, dermatitis por contacto o problemas dermatológicos, enfermedades sistémicas, etc.

Síntomas del Prurito Anal

Existen determinados síntomas típicos del Prurito Anal:

Picor o prurito anal de forma constante
Irritación en la zona anal
Sensación de quemazón en el ano
Sensación de obsesión, en casos graves y persistentes
Trastornos del sueño, en pacientes con casos avanzados

Causas del Prurito Anal

Al igual que los síntomas, las causas del Prurito Anal son variadas y destacan las siguientes:

Uso excesivo de jabones y otros productos de higiene íntima
Frotar la zona con toallitas húmedas o papel higiénico áspero
Exceso de sudor o humedad
Ropa interior demasiado ceñida o estrecha
Algunos alimentos o bebidas: bebidas gaseosas, bebidas con cafeína (café, té o cola), y alimentos picantes o ácidos (tomate y frutas cítricas)
Diarrea o estreñimiento

Otras causas subyacentes también comprenden:

¿Cómo prevenir el Prurito Anal?

Algunos consejos para prevenir el Prurito Anal y que, en caso de sufrirlo, empeore, son:

Resistir la necesidad de rascarse y usar guantes de algodón durante la noche para evitar poder hacer heridas con las uñas.
Mantener la zona perianal limpia y seca. En personas con prurito anal se recomienda lavarse con agua clara (sin jabón), tras la defecación, y secarse con un secador, ya que las toallas o el papel puede irritar la zona. En caso de usarlo se debe hacer en pequeños toquecitos.
No usar jabón al limpiar la zona anal y tampoco frotar con papel o toallitas.
Evitar usar cremas perfumadas, lociones, burbujas o sales de baño.
Ingerir alimentos con alto contenido de fibra, para evitar la diarrea y el estreñimiento.
Evitar alimentos picantes o ácidos, y bebidas con cafeína.
Evitar ponerse ropa interior ajustada.

Tratamiento para el Prurito Anal

El tratamiento del Prurito Anal suele centrarse en mantener una rutina adecuada para una higiene correcta. Si existe una causa secundaria se tratará y el tratamiento variará.

En general, los tratamientos básicos del prurito anal comprenden:

Medicación tópica: son esteroides tópicos en forma de crema que contienen un 1% de hidrocortisona y ayudarán a aliviar el picor y la irritación. La capsaicina tópica será una alternativa para pacientes con prurito anal crónico.
Medicación oral: consiste en antibióticos o antifúngicos, que serán recetados solo si hay infección.
Inyección de azul de metileno (tatuaje anal): se emplea en casos avanzados que no responden a medicación tópica. El azul de metileno es un tinte que se inyecta en la zona perianal, considerando que alivia el picor matando las terminaciones nerviosas.

¿A qué especialista acudir?

Los especialistas en Coloproctología son los encargados de tratar esta condición de la piel.

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