El Virus del Papiloma Humano (VPH) es actualmente la Infección de Transmisión Sexual más común a nivel mundial. Se estima que 8 de cada 10 personas sexualmente activas han estado en contacto con este virus en algún momento de su vida, y hasta el 90% llegan a desarrollar una infección.
Dada su alta prevalencia, no es raro que una mujer embarazada también sea portadora del VPH. Pero, ¿qué implicaciones tiene esta infección durante el Embarazo?
¿Cuáles son los riesgos del VPH durante el Embarazo?
Aunque la mayoría de las infecciones por VPH son transitorias y asintomáticas, el Embarazo representa una condición especial en la que el sistema inmunológico de la mujer se adapta para permitir el desarrollo del feto. Esta disminución fisiológica de las defensas, junto con los cambios hormonales propios del Embarazo, puede favorecer el crecimiento o aparición de lesiones asociadas al VPH, como las verrugas genitales.
Una de las principales preocupaciones médicas relacionadas con el VPH es su potencial para desarrollar lesiones precancerosas que, si no se vigilan adecuadamente, podrían evolucionar hacia un Cáncer Cervicouterino. Por esta razón, el seguimiento clínico de las lesiones cervicales durante el embarazo es fundamental.
¿El VPH afecta al bebé?
La probabilidad de que el bebé se infecte con el VPH durante el Embarazo o el Parto es muy baja, estimándose alrededor del 1%. El mayor riesgo de transmisión se da si existen lesiones activas en el canal del parto, como verrugas genitales visibles.
En estos casos, se puede considerar una Cesárea programada para evitar complicaciones, aunque cada situación debe evaluarse individualmente.
Diagnóstico y seguimiento durante el Embarazo
Muchas mujeres descubren su diagnóstico de VPH durante el Embarazo, especialmente si no se han realizado previamente un Papanicolaou. Este estudio sigue siendo una herramienta clave para detectar alteraciones en el cuello uterino.
Si se identifica una infección por VPH en una mujer embarazada, se recomienda realizar controles con citología cervical cada 12 semanas para vigilar la evolución de las lesiones. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los cambios fisiológicos del cuello uterino durante el Embarazo pueden dificultar el diagnóstico, por lo que se requiere experiencia clínica para una evaluación precisa.
Tratamiento del VPH en el Embarazo
En general, el tratamiento de las lesiones causadas por el VPH se pospone hasta después del Parto, a menos que las lesiones sean sintomáticas o de rápida progresión. Si la paciente presenta dolor, comezón o crecimiento excesivo de verrugas genitales, pueden considerarse tratamientos como:
- Aplicación tópica de ácidos sobre las verrugas
- Láser para eliminar las lesiones
- Electrocirugía (aunque se usa con menor frecuencia)
El objetivo siempre será aliviar los síntomas sin poner en riesgo el Embarazo.
El VPH y la Fertilidad
Una preocupación frecuente es si el VPH puede afectar la fertilidad. La respuesta es no. Esta infección no interfiere con la capacidad de concebir. Sin embargo, sí puede influir en el manejo obstétrico, especialmente si existen lesiones activas que puedan comprometer el canal del parto.
Recomendaciones previas al Embarazo
Es ideal que todas las mujeres que planean un Embarazo se realicen un Papanicolaou reciente. Este estudio permite detectar la presencia del VPH y lesiones asociadas antes de la gestación, lo que facilita su manejo y seguimiento.
Si el diagnóstico se realiza ya durante el Embarazo, el control estrecho y la vigilancia médica de un especialista en Ginecología permiten un manejo seguro tanto para la madre como para el bebé.

