Convulsiones Febriles: una condición dependiente de la edad
Las Convulsiones Febriles son un fenómeno relativamente común en la infancia y están estrechamente vinculadas a la Fiebre. Se presentan en niños entre los 3 a 6 meses hasta los 5 años, aunque en algunos casos pueden extenderse hasta los 6 o 7 años si hubo episodios previos dentro del rango de edad típico. A pesar de su aparatosidad, generalmente son autolimitadas y benignas.
¿Qué son las Convulsiones Febriles?
Las Convulsiones Febriles son episodios convulsivos que ocurren en el contexto de una infección que genera Fiebre. Es importante destacar que estas no forman parte de una Epilepsia y no pueden ser atribuidas a otras causas, como una Hipoglucemia severa u otra Enfermedad Metabólica.
Para ser consideradas Convulsiones Febriles, el niño no debe haber tenido crisis epilépticas previas sin Fiebre, ni debe haber evidencia de una enfermedad neurológica de base.
Relación con la Epilepsia
A pesar de que las Convulsiones Febriles pueden parecer preocupantes para los padres, solo un pequeño porcentaje de niños (alrededor del 2-3%) evolucionará hacia una Epilepsia.
La gran mayoría de los casos, entre el 97 - 98%, son eventos aislados que no afectan el desarrollo neurológico a largo plazo. Sin embargo, en algunos casos, las crisis febriles pueden ser la primera manifestación de un trastorno epiléptico subyacente.
Uno de los temores más frecuentes entre los padres es si las Convulsiones Febriles pueden evolucionar hacia una Epilepsia. En términos generales, las Convulsiones Febriles no son un signo temprano de Epilepsia, y la mayoría de los niños que las presentan no desarrollan esta enfermedad.
¿Las Convulsiones Febriles pueden ser un primer signo de Epilepsia?
Si bien las Convulsiones Febriles pueden ser la primera manifestación de Epilepsia en un número reducido de niños, la mayoría de los casos son benignos y autolimitados. La posibilidad de desarrollar Epilepsia es baja y se estima que menos del 3% al 5% de los niños con Convulsiones Febriles simples desarrollarán Epilepsia en el futuro.
Factores de riesgo para desarrollar Epilepsia
Existen ciertos factores que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar Epilepsia después de haber presentado Convulsiones Febriles, entre ellos:
- Historia familiar de Epilepsia en padres o hermanos
- Convulsiones Febriles Complejas, especialmente si son focales o prolongadas
- Crisis epilépticas previas sin Fiebre
- Alteraciones neurológicas previas, como retraso en el desarrollo psicomotor
Causas de las Convulsiones Febriles
Las Convulsiones Febriles pueden desencadenarse por cualquier tipo de infección que genere Fiebre, excluyendo aquellas que afectan directamente el sistema nervioso central (SNC), como la Meningitis o la Encefalitis.
En estos últimos casos, las Convulsiones no se consideran febriles, ya que la infección misma genera una inflamación cerebral que provoca las crisis.
Diagnóstico
El diagnóstico de las Convulsiones Febriles es clínico y se basa en una historia médica detallada. En la mayoría de los casos, no es necesario realizar estudios complementarios. Sin embargo, en ciertas circunstancias, pueden requerirse pruebas adicionales como:
- Electroencefalograma (EEG): si se sospecha una Epilepsia subyacente
- Imágenes cerebrales (Tomografía Computarizada o Resonancia Magnética): si hay signos que sugieran una causa estructural
Tipos de Convulsiones Febriles
Las Convulsiones Febriles se dividen en dos grandes grupos:
Convulsiones Febriles Simples
Estas representan hasta el 90% de los casos y deben cumplir con los siguientes criterios:
- Son generalizadas, es decir, comprometen todo el cuerpo
- Se presentan como crisis tónico-clónicas generalizadas (movimientos rígidos seguidos de sacudidas)
- Duran menos de 10 a 15 minutos
- Se presentan una sola vez en 24 horas
Convulsiones Febriles Complejas
Las Crisis Febriles Complejas cumplen al menos una de las siguientes características:
- Son focales, afectando solo una parte del cuerpo
- Se repiten en menos de 24 horas
- Tienen una duración mayor a 15 minutos
Las Convulsiones Febriles Complejas pueden requerir evaluaciones adicionales para descartar otras patologías subyacentes.
Tratamiento y manejo
El tratamiento de las Convulsiones Febriles ha cambiado en los últimos años. En el pasado, se utilizaban medicamentos para prevenir su recurrencia, pero actualmente se prefiere evitar fármacos innecesarios, ya que los posibles efectos adversos superan los beneficios.
Las recomendaciones principales incluyen:
- No administrar fármacos anticonvulsivos de forma preventiva, salvo en casos específicos
- Control sintomático de la Fiebre con antipiréticos como acetaminofén o ibuprofeno
- Evitar automedicación con fármacos antiepilépticos
Es importante destacar que el uso de antipiréticos no previene las Convulsiones Febriles, sino que simplemente ayuda a mejorar el malestar general del niño.
¿Cuándo consultar al médico?
Si un niño presenta una convulsión febril, se debe buscar atención médica si:
- La crisis dura más de 5 minutos
- Hay dificultad para recuperar la conciencia después de la crisis
- Se presentan múltiples crisis en un mismo día
- Existen signos de infección grave, como rigidez de nuca, vómitos persistentes o Somnolencia extrema
- Se trata de un bebé menor de 6 meses
El especialista encargado del diagnóstico y tratamiento de las Convulsiones Febriles es el Neurólogo Pediátrico, quien puede realizar estudios adicionales si se considera necesario. En casos donde se sospeche una causa infecciosa, también puede intervenir un especialista en enfermedades infecciosas pediátricas.
Pronóstico
Las Convulsiones Febriles son una condición benigna y autolimitada en la mayoría de los casos. Si bien algunos niños pueden experimentar Convulsiones recurrentes, esto no necesariamente indica un riesgo de Epilepsia en el futuro.
El riesgo de desarrollar Epilepsia es ligeramente mayor en niños con antecedentes de:
- Convulsiones Febriles complejas
- Antecedentes familiares de Epilepsia
- Retraso en el desarrollo neurológico
Sin embargo, la mayoría de los niños con Convulsiones Febriles no presentarán secuelas neurológicas ni cognitivas a largo plazo. Las Convulsiones Febriles son un evento frecuente en la infancia y generalmente no representan un riesgo grave para la salud del niño. Se asocian a episodios febriles y, aunque pueden ser alarmantes para los padres, son autolimitadas en la gran mayoría de los casos.
El manejo principal consiste en tranquilizar a los cuidadores, controlar la Fiebre y acudir al médico si hay signos de alarma. La mayor parte de los niños con Convulsiones Febriles tienen un pronóstico favorable y no desarrollarán Epilepsia ni otros trastornos neurológicos en el futuro.