Los Trastornos del Movimiento representan un conjunto de enfermedades neurológicas que desencadenan movimientos anormales, ya sea voluntarios o involuntarios.
Estas condiciones pueden manifestarse con una reducción o ralentización en los movimientos, y se clasifican en diversos tipos. Los Trastornos del Movimiento más comunes incluyen:
- Ataxia
- Coreas
- Distonías
- Enfermedad de Huntington
- Mioclonías
- Enfermedad de Parkinson
- Parálisis Supranuclear Progresiva
- Síndrome de Piernas Inquietas
- Temblores (incluyendo el temblor esencial)
Causas subyacentes y factores de riesgo
Las causas de estos trastornos pueden variar según el tipo y la presentación clínica de cada paciente. Se pueden atribuir a:
- Alteraciones genéticas hereditarias
- Infecciones
- Efectos secundarios de ciertos medicamentos
- Traumatismos cerebrales o daños en la médula espinal
- Trastornos Metabólicos
- Accidentes Cerebrovasculares
- Exposición a toxinas
Diagnóstico y tratamiento personalizado
El abordaje terapéutico de los Trastornos del Movimiento suele incluir medicamentos. Es fundamental un diagnóstico preciso por parte de un neurólogo, quien determinará el tratamiento más adecuado para cada caso.
Dado que existen numerosos tipos de Trastornos del Movimiento, es crucial un enfoque integral y multidisciplinario. Además del neurólogo, pueden intervenir otros especialistas según las necesidades de cada paciente, como fisioterapeutas, neurólogos especializados en rehabilitación, e incluso cirujanos en casos específicos.
Los Trastornos del Movimiento representan un desafío médico, pero con un diagnóstico preciso y un enfoque terapéutico personalizado, es posible mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados por estas condiciones neurológicas.