Embarazo de alto riesgo: la importancia de la vigilancia constante

Embarazo de alto riesgo: la importancia de la vigilancia constante

Editado por: TOP DOCTORS® el 10/10/2023

El embarazo de alto riesgo puede suceder por causas maternas o por causas fetales, este debe ser tratado por un ginecólogo y su evolución será mejor si se trabaja en conjunto con un médico materno fetal.

complicaciones del embarazo¿Qué causa un embarazo de alto riesgo?

Existen situaciones en el embarazo que modifican su curso y vigilancia, haciéndolo distinto de lo que se considera normal y entonces se llama embarazo de alto riesgo. Un embarazo de alto riesgo puede estar determinado por causas maternas o bien por causas fetales, es decir, si se consideran dentro de las causas maternas la edad arriba de 35 años, enfermedades crónicas como: hipertensión, diabetes, alteraciones tiroideas, lupus, artritis, obesidad o alguna enfermedad que la paciente conozca, evidentemente deberá de tener mejor vigilancia. Este padecimiento puede ser tratado de forma integral por un especialista en reproducción.

Las derivadas del feto podrían ser tratamientos por supuesto de reproducción asistida que involucran sustitución hormonal, amenazas de aborto en etapas tempranas, infecciones durante el embarazo o previamente conocidas que se tengan que vigilar; complicaciones o antecedentes adversos en embarazos anteriores.

Otro antecedente que involucra alto riesgo es haber tenido un bebé muy cerca de este nuevo embarazo y esa es una muy buena pregunta hoy día: ¿cuánto es muy cerca? un periodo intergenésico corto es alrededor de un año. Todos estos signos hacen que se le ponga mucho más atención a la paciente, y desde luego se tenga en claro que este es un embarazo de alto riesgo.

Situaciones que pueden detonar el embarazo de alto riesgo

Hay situaciones que se consideran sanas, saludables, personas normales que concibieron a sus bebés teniendo relaciones sin ningún método de reproducción y que sin embargo van a encajar en embarazos de alto riesgo, ¿cuándo sucede esto? por ejemplo en jovencitas menores de 18 años de edad, embarazos en adolescentes, así sean las más sanas, desde luego serán embarazos de alto riesgo y requerirán vigilancia especial; pacientes que ya embarazadas se diagnostican o debutan con enfermedades como diabetes, hipertensión, alteraciones tiroideas o todavía en situaciones más shockeantes como cuando en los exámenes prenatales se encuentran infecciones comunes cervico vaginales, un poco más complicadas como ITS, o graves que realmente comprometen el embarazo y el futuro del bebé como el SIDA; estas situaciones pueden generar embarazos de muy alto riesgo.

Cuando se hacen tratamientos reproductivos pensando en la posibilidad de un bebé y resulta que hay gemelos o trillizos desde luego se cambia drásticamente la expectativa de algo maravilloso a algo como un embarazo de alto riesgo, o cuando durante el embarazo se diagnostica al bebé con algún fallo, alteraciones cardiacas ya en la formación del bebé, alteraciones renales que complican la cantidad de líquido amniótico que durante el crecimiento, por ejemplo de un embarazo gemelar, uno crezca más que el otro; transfusión feto a feto poniendo en riesgo la vida de uno de los dos, situaciones que debutan al final del embarazo como la famosa preeclampsia (hoy en día la primer causa de complicación obstétrica en nuestro país) donde se pone en riesgo no solo la vida del bebé si no también la de la madre. Sí hay situaciones en que aunque se dé por hecho que el embarazo va a cruzar de forma normal, lo convierte en un embarazo de alto riesgo durante la evolución.

Diagnóstico y tratamiento especializado

Afortunadamente la ciencia, la medicina, las ayudas tecnológicas y el conocimiento y conciencia de la gente en el cuidado de su embarazo ha aumentado tanto que hoy día existen muchas herramientas para la vigilancia y cuidado. Por ejemplo, en la sangre de la mamá está la posibilidad, entre la semana 9 y la semana 12 del embarazo, de hacer un diagnóstico para saber si el bebé tiene alteraciones genéticas, algún síndrome o algo que no pueda ser compatible con la vida, y además nos acerca hasta más de un 90% la posibilidad, con certeza, de saber qué sexo tendrá ese bebé; un estudio de sangre periférica, marcadores de primer trimestre para que se pueda ver, con ayuda del ultrasonido, valoración de translucencia nucal, hueso nasal y determinaciones hormonales específicas en sangre que, junto todo, antes de las 14 semanas de embarazo (es decir justo al completar 3 meses) la paciente ya tiene certidumbre que si su bebé viene en condiciones óptimas o tendrá algún problema o síndrome que deba vigilar.

También hay diagnósticos un poco más tardíos, alrededor de las semanas 16, 18 y 22 (marcadores del tercer trimestre) que de igual forma hacen ultrasonidos o rastreos estructurales en el bebé, donde van checando órgano por órgano, parte por parte, y exponen si efectivamente hay sospecha o no de algún síndrome que definitivamente se completa con determinaciones y marcadores hormonales en sangre que aumentan por mucho la posibilidad o certidumbre de que el embarazo va muy bien.

Idealmente los embarazos de alto riesgo deben de manejarse por un ginecólogo, no por un médico general y todavía más, existen médicos materno fetales que ayudan en el manejo, o se hacen cargo de estos embarazos con la finalidad de que se llegue a un feliz término, y un grupo multidisciplinario, en el caso desafortunado de que el bebé tenga problemas, que puedan actuar de la manera más temprana posible y mejorar en gran medida la calidad de vida a este bebé.

El embarazo de alto riesgo debe ser tratado definitivamente con un especialista ginecólogo, mucho mejor será si además se trabaja en conjunto con un médico materno fetal. Existen hoy día muchísimas herramientas de vigilancia, la gran mayoría por supuesto se tendrá que resolver por cesárea, y la finalidad es llevarlos lo más cercanamente a los nueve meses, disminuir los tiempos de internamiento o evitar partos prematuros que puedan complicar la calidad de vida futura del bebé, y en consecuencia de la familia.

Indicaciones después del parto

Cuando se tiene un embarazo de alto riesgo un gran miedo es saber qué va a pasar después, ya nació el bebé, ya existieron las complicaciones que pudieron haber aparecido en el mismo ¿luego qué pasa? generalmente el tiempo esperado en que todo se tiene que reorganizar y volver a la normalidad son 6 semanas o la famosa cuarentena; una vez que nace el bebé (6 semanas después) se denomina puerperio. Llegado este tiempo el especialista tiene que reclasificar, revisar nuevamente a la paciente, o como paciente se debe acudir nuevamente a una valoración para que se vuelva a determinar, en una revisión completa, en qué condiciones está y entonces asumir o descartar si se quedará o no con un problema crónico.

Se deben reclasificar por ejemplo pacientes que tuvieron diabetes gestacional, si van a quedar diabéticas para el resto del tiempo o se va a corregir ese problema metabólico con solo haber tenido al bebé; lo mismo en el caso de la presión alta. Generalmente en pacientes que debutan con problemas tiroideos o continúan con alteraciones tiroideas y cuando hubo complicaciones quirúrgicas se debe de observar a corto plazo (6 semanas es prudente ya que antes no valdría la pena) que se requiere a posteriori, completar nuevos tratamientos, hacer nuevas cirugías, etc.

Es importante que, una vez que usted tiene un bebé, no debe perder de vista vigilar su salud, porque hasta después de que el médico diga que está fuera de peligro nos e puede dar por hecho que se está sano.

en Cuauhtémoc