Fertilización in Vitro: ¿Cuándo es recomendable y qué factores afectan su éxito?
La Fertilización in Vitro (FIV) es uno de los tratamientos de Reproducción Asistida más avanzados y eficaces disponibles en la actualidad. Esta técnica ha permitido a miles de parejas cumplir su deseo de tener hijos cuando otros métodos no han funcionado.
Sin embargo, no siempre es el primer paso a considerar, y su eficacia puede variar significativamente según distintos factores clínicos y personales.
¿Qué es la Fertilización in Vitro?
La Fertilización in Vitro es una Técnica de Reproducción Asistida en la que los óvulos de una mujer se fertilizan con espermatozoides en un laboratorio. Una vez que el embrión se ha formado, se transfiere al útero con la esperanza de lograr un Embarazo.
Desde su primera aplicación en 1978, la FIV ha evolucionado considerablemente, incorporando tecnología de vanguardia como la Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides (ICSI), el Cultivo Prolongado de Embriones hasta Blastocisto y el Diagnóstico Genético Preimplantacional (PGT-A).
¿Cuándo está indicada la Fertilización in Vitro?
La FIV suele recomendarse cuando otros tratamientos más simples, como la Estimulación Ovárica o la Inseminación Intrauterina (IIU), han fallado, o cuando ciertas condiciones médicas hacen que otras opciones no sean viables. Las principales indicaciones son:
Edad materna avanzada
La calidad y cantidad de los óvulos disminuyen notablemente a partir de los 35 años. En mujeres mayores de esta edad, la FIV permite una mejor planificación reproductiva y puede incluir la opción de preservar embriones o utilizar óvulos donados.
Factor tubárico
Cuando las Trompas de Falopio están bloqueadas o dañadas, los espermatozoides no pueden encontrarse con el óvulo de manera natural. La FIV permite el encuentro en un entorno controlado fuera del cuerpo.
Endometriosis moderada o severa
La presencia de tejido Endometrial fuera del útero puede afectar tanto la ovulación como la implantación. La FIV permite sortear algunos de estos obstáculos al fecundar los óvulos en laboratorio.
Factor masculino severo
Alteraciones en la cantidad, movilidad o morfología de los espermatozoides pueden dificultar la fecundación natural. Mediante técnicas como ICSI, se puede inyectar directamente un espermatozoide en el óvulo.
Infertilidad de causa desconocida
Cuando no se encuentra una causa clara después de estudios completos, la FIV puede ser una opción para aumentar las probabilidades de Embarazo.
Fallos repetidos en tratamientos previos
Pacientes que no han logrado Embarazo tras varias Inseminaciones Artificiales pueden encontrar en la FIV una alternativa más efectiva.
Factores que influyen en el éxito de la FIV
La edad de la mujer es el factor más determinante en el éxito de la Fertilización in Vitro. La tasa de éxito de una FIV en mujeres menores de 35 años puede superar el 40%, mientras que en mayores de 40 años cae por debajo del 10%, según datos de la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (ASRM).
Otros factores que influyen en el éxito de la Fertilización in Vitro incluyen:
- Reserva ovárica: se evalúa mediante análisis hormonales (FSH, AMH) y conteo de folículos antrales. Una buena reserva ovárica implica mayor cantidad de óvulos disponibles y, por tanto, mayores probabilidades de éxito
- Calidad del esperma: afecta directamente la fecundación y el desarrollo embrionario. El estilo de vida del varón (consumo de alcohol, tabaco, estrés) también influye
- Estado del útero: alteraciones como pólipos, Miomas o sinequias pueden interferir con la implantación del embrión. Es fundamental evaluar la cavidad uterina antes del procedimiento
- Competencia del equipo médico: la experiencia del equipo de Fertilidad y la calidad del laboratorio embriológico son claves. Un laboratorio acreditado y con tecnología avanzada mejora significativamente las tasas de embarazo
- Estilo de vida: factores como el Sobrepeso, el Tabaquismo, la mala alimentación y el Estrés pueden reducir las tasas de implantación y aumentar el riesgo de aborto espontáneo
¿Cómo es el procedimiento de Fertilización in Vitro?
La FIV consta de varias fases, cada una decisiva para el éxito del tratamiento:
- Estimulación Ovárica controlada. Se administran hormonas para estimular el desarrollo de múltiples folículos ováricos. Esto aumenta la cantidad de óvulos disponibles para la fecundación
- Punción folicular. Una vez que los folículos alcanzan el tamaño adecuado, se extraen los óvulos mediante una aspiración transvaginal guiada por ultrasonido, bajo sedación
- Fertilización en laboratorio. Los óvulos se colocan en contacto con los espermatozoides en el laboratorio. Si se utiliza ICSI, se inyecta directamente un espermatozoide en cada óvulo
- Cultivo embrionario. Los embriones se cultivan de 3 a 5 días, y se seleccionan los de mejor calidad para la transferencia o vitrificación
- Transferencia embrionaria. Se introduce uno o más embriones en el útero mediante un procedimiento indoloro y ambulatorio. Se prefiere transferir un solo embrión para reducir el riesgo de embarazos múltiples
- Apoyo hormonal y Prueba de Embarazo. Se administran hormonas para favorecer la implantación, y dos semanas después se realiza una Prueba de Embarazo en sangre
Riesgos y consideraciones de la FIV
Aunque es una técnica segura, la FIV no está exenta de riesgos:
- Embarazo Múltiple: la transferencia de más de un embrión aumenta las probabilidades de gemelos o trillizos, lo que conlleva mayores riesgos obstétricos
- Síndrome de Hiperestimulación Ovárica (SHO): puede ocurrir cuando los ovarios responden de forma exagerada a la estimulación hormonal, generando hinchazón, dolor y, en casos graves, complicaciones médicas
- Riesgos emocionales: el proceso puede ser emocionalmente demandante y costoso. Es importante contar con acompañamiento psicológico y plan financiero
- Fallo en la implantación: a pesar de transferir embriones de buena calidad, no siempre se logra la implantación. Esto puede deberse a factores uterinos, inmunológicos o genéticos.
¿Qué hacer si falla una FIV?
Un fallo en un ciclo de FIV no significa que no pueda lograrse un Embarazo en el futuro. Se pueden ajustar protocolos, evaluar alteraciones genéticas, recurrir a óvulos o esperma donados, o considerar el uso de embriones previamente vitrificados. En muchos casos, el aprendizaje de un primer intento permite mejorar las estrategias para un segundo ciclo más exitoso.
La Fertilización in Vitro representa una esperanza real para muchas parejas que enfrentan dificultades para concebir. Saber cuándo es recomendable y conocer los factores que influyen en su éxito es fundamental para tomar decisiones informadas.
Con el acompañamiento de un especialista en Ginecología, un diagnóstico integral y un enfoque personalizado, la FIV puede ser el camino hacia la tan anhelada maternidad o paternidad.