Lesiones Meniscales: causas, síntomas y tratamiento
El tratamiento en el caso de las lesiones degenerativas, el tratamiento suele ser sintomático y se enfoca en el control del dolor y en el fortalecimiento muscular.
Los meniscos son estructuras fibrocartilaginosas que se encuentran en la rodilla, entre el fémur y la tibia, y que actúan como amortiguadores. Las lesiones meniscales pueden ser de dos tipos: degenerativas o traumáticas.
¿Qué son?
Las lesiones degenerativas son el resultado del desgaste natural que sufre la rodilla con el paso de los años. Estas lesiones se caracterizan por síntomas crónicos e inespecíficos como el dolor intermitente.
Por otro lado, las lesiones traumáticas ocurren cuando la rodilla experimenta un movimiento rotacional con carga, lo que causa un pellizcamiento del menisco entre el fémur y la tibia. Estas lesiones suelen presentarse en deportistas que realizan cambios de dirección durante su actividad.
¿Cuáles son los Síntomas?
Los síntomas de las lesiones meniscales varían según su tipo. Las lesiones degenerativas suelen ser muy crónicas e inespecíficas, mientras que las lesiones traumáticas se manifiestan con un dolor agudo, derrame articular, dificultad para apoyar la pierna y, en casos más graves, bloqueo de la articulación.
El diagnóstico de las lesiones meniscales se realiza principalmente a través de la clínica y la exploración física, aunque también se puede utilizar la resonancia magnética para confirmar la sospecha diagnóstica.
Tratamiento
El tratamiento de las lesiones meniscales depende de su tipo y gravedad. En el caso de las lesiones degenerativas, el tratamiento suele ser sintomático y se enfoca en el control del dolor y en el fortalecimiento muscular. En cambio, las lesiones traumáticas suelen requerir tratamiento quirúrgico, que se realiza mediante una artroscopia para reparar el menisco lesionado.
¿Cómo Prevenirlas?
Para prevenir las lesiones degenerativas, es importante tener una musculatura fuerte alrededor de la articulación, mientras que para evitar las lesiones traumáticas se deben realizar ejercicios específicos para mejorar la estabilidad y el control de la pierna durante movimientos bruscos.