El pie diabético es una de las complicaciones más frecuentes y graves de la diabetes mellitus. Se caracteriza por la presencia de lesiones, infecciones o úlceras en los pies que, si no se atienden a tiempo, pueden derivar en consecuencias severas, incluso la amputación.
Te explicamos la importancia de la detección temprana y el tratamiento integral para preservar la salud y calidad de vida de los pacientes.
¿Qué es el pie diabético?
El pie diabético surge como consecuencia de dos principales complicaciones de la diabetes:
- Neuropatía diabética: pérdida de sensibilidad que impide al paciente detectar lesiones o heridas.
- Enfermedad vascular periférica: disminución de la circulación sanguínea, que dificulta la cicatrización.
Estas condiciones, en conjunto, favorecen la aparición de úlceras, infecciones y necrosis en los pies.
Síntomas de alarma
Los pacientes deben acudir a revisión médica si presentan:
- Dolor, hormigueo o pérdida de sensibilidad en los pies
- Presencia de úlceras, ampollas o heridas que no cicatrizan
- Cambios en el color o temperatura de la piel
- Mal olor o secreción en las lesiones
La detección oportuna es clave para evitar complicaciones graves.
Tratamiento del pie diabético
El manejo del pie diabético requiere un abordaje integral que puede incluir:
- Control estricto de la glucosa en sangre
- Limpieza y desbridamiento de la herida
- Uso de apósitos especializados y terapia de presión negativa
- Antibióticos en caso de infección
- Cirugía reconstructiva o vascular cuando es necesario
Prevención: la mejor herramienta
La prevención del pie diabético es fundamental y se basa en:
- Revisión diaria de los pies
- Uso de calzado adecuado
- Evitar caminar descalzo
- Control riguroso de los niveles de glucosa
- Revisiones médicas periódicas