Prostatitis: síntomas, diagnóstico y tratamiento
¿Qué es la prostatitis?
La Prostatitis es la inflamación de la próstata, una glándula pequeña situada debajo de la vejiga y encargada de producir parte del líquido seminal. Esta condición puede deberse a infecciones bacterianas, disfunciones del suelo pélvico, estrés, o incluso a causas desconocidas. Dependiendo del origen y del tiempo de evolución, la prostatitis se divide en cuatro tipos clínicos:
- Prostatitis bacteriana aguda
- Prostatitis bacteriana crónica
- Síndrome de dolor pélvico crónico
- Prostatitis inflamatoria asintomática
Cada tipo tiene características específicas que requieren un abordaje clínico distinto.
Tipos de prostatitis
1. Prostatitis bacteriana aguda
Es una infección súbita causada por bacterias, generalmente enterobacterias como Escherichia coli. Suele presentarse con síntomas generales y urinarios intensos. Es una urgencia médica que requiere diagnóstico y tratamiento inmediato.
2. Prostatitis bacteriana crónica
Se caracteriza por infecciones recurrentes de la próstata. Los síntomas suelen ser más leves que en la variante aguda, pero persistentes. Los pacientes presentan episodios de molestias urinarias acompañados de cultivos positivos.
3. Síndrome de dolor pélvico crónico
Es la forma más común de prostatitis y también la más compleja. En este caso no se detectan bacterias, pero el paciente experimenta dolor pélvico, molestias urinarias e incluso afectación en la función sexual. Su origen puede estar relacionado con tensión muscular, inflamación no infecciosa, estrés o factores neurológicos.
4. Prostatitis inflamatoria asintomática
Se detecta por casualidad, generalmente en estudios de fertilidad o análisis de orina. No produce síntomas y no siempre requiere tratamiento.
Síntomas de la prostatitis
Los síntomas pueden variar según el tipo, pero los más comunes incluyen:
- Dolor o presión en la pelvis
- Ardor al orinar
- Dificultad para orinar o chorro débil
- Aumento de la frecuencia urinaria, especialmente por la noche
- Fiebre y malestar general (en prostatitis aguda)
- Dolor durante la eyaculación o disminución del deseo sexual
- Dolor en la parte baja de la espalda o entrepierna
En casos crónicos, los síntomas suelen ser fluctuantes, con periodos de mejoría y recaídas.
Causas de la prostatitis
Las causas pueden ser diversas:
- Infecciones bacterianas
- Tensión o espasmo del piso pélvico
- Reflujo de orina hacia los conductos prostáticos
- Estrés o ansiedad prolongada
- Postura prolongada sentado, como en choferes o trabajo de oficina
- Trauma perineal, frecuente en ciclistas
En muchos casos, especialmente en el síndrome de dolor pélvico crónico, la causa exacta no se identifica.
Diagnóstico
La valoración inicial debe realizarse con un especialista en urología, quien realizará una evaluación completa que puede incluir:
- Historia clínica detallada
- Examen físico y tacto rectal
- Análisis de orina y cultivo
- Prueba de fragmentación urinaria para identificar bacterias procedentes de la próstata
- Ultrasonido prostático
- Pruebas complementarias si existe sospecha de complicaciones
En casos complejos, pueden requerirse estudios adicionales como uroflujometría o evaluación del suelo pélvico.
Tratamiento de la prostatitis
El tratamiento depende del tipo de prostatitis y la causa identificada:
1. Prostatitis bacteriana aguda
- Antibióticos dirigidos, generalmente fluoroquinolonas o trimetoprim-sulfametoxazol, según cultivo
- Antiinflamatorios
- Hidratación adecuada
- En casos severos, hospitalización
2. Prostatitis bacteriana crónica
- Antibióticos de larga duración
- Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs)
- Terapias de soporte como baños de asiento
3. Síndrome de dolor pélvico crónico
Este es el tipo más difícil de tratar y suele requerir un enfoque multidisciplinario:
- Relajantes musculares o alfa-bloqueadores
- Fisioterapia de piso pélvico
- Técnicas de relajación y manejo del estrés
- Masaje prostático en casos seleccionados
- Cambios en el estilo de vida
4. Prostatitis inflamatoria asintomática
Generalmente no requiere tratamiento a menos que esté relacionada con problemas de fertilidad.
Prevención
Aunque no todos los casos de prostatitis pueden prevenirse, algunas recomendaciones ayudan a reducir el riesgo:
- Mantener una buena higiene urinaria y sexual
- Evitar retener la orina
- Beber suficiente agua
- Usar protección en relaciones sexuales
- Hacer pausas si se permanece mucho tiempo sentado
- Reducir el estrés
- Evitar consumo excesivo de cafeína, alcohol y alimentos irritantes
¿Cuándo acudir a un especialista?
Se recomienda buscar atención cuando aparecen síntomas como:
- Dolor pélvico persistente
- Dificultad para orinar
- Fiebre acompañada de molestias urinarias
- Recaídas frecuentes
El tratamiento oportuno permite evitar complicaciones y mejorar la calidad de vida.
La Prostatitis es una condición común que puede afectar significativamente el bienestar masculino si no se atiende de forma adecuada. Con una evaluación precisa y un tratamiento personalizado por parte de un Urólogo, la mayoría de los pacientes experimenta mejoría notable. Reconocer los síntomas, buscar ayuda profesional y seguir las recomendaciones terapéuticas son pasos clave para controlar la inflamación prostática y prevenir recurrencias.