Trastorno de la Integración Neurosensorial: Qué es y cómo impacta en tu salud
El Trastorno de la Integración Neurosensorial es una afección en la que el cerebro tiene dificultades para recibir, procesar y responder adecuadamente a la información sensorial del entorno. Esto puede afectar la percepción, el movimiento, la coordinación y el comportamiento en la vida diaria.
¿Qué es la Integración Neurosensorial?
La Integración Neurosensorial es el proceso mediante el cual el sistema nervioso central interpreta y organiza la información que recibimos a través de nuestros sentidos. Desde el nacimiento, esta capacidad nos permite percibir el mundo a través de la vista, el oído, el gusto, el olfato y el tacto.
Sin embargo, también involucra otros sentidos esenciales como la propiocepción (sensación de la posición de nuestro cuerpo en el espacio), el sistema vestibular (relacionado con el equilibrio y el movimiento) y la sensibilidad articular y postural.
Cuando el cerebro procesa de manera desorganizada esta información sensorial, pueden surgir respuestas inadecuadas o alteradas, lo que se conoce como Trastorno de la Integración Neurosensorial. Este trastorno afecta la forma en que un individuo percibe y responde a su entorno, impactando su desarrollo motor, cognitivo y social.
¿Cómo afecta el Trastorno de la Integración Neurosensorial?
El Trastorno de la Integración Neurosensorial puede manifestarse de diversas formas y afectar a personas de todas las edades, aunque es más común en la infancia. Algunos de los signos más característicos incluyen:
- Hipersensibilidad sensorial: niños que se tapan los oídos ante ciertos sonidos, que rechazan determinadas texturas en los alimentos o que no toleran ciertos tipos de ropa
- Hiposensibilidad sensorial: niños que parecen no sentir dolor cuando se golpean, que buscan constantemente contacto físico o que requieren estímulos intensos para responder
- Problemas de coordinación motora: dificultades para caminar, correr, saltar o realizar actividades cotidianas como vestirse o comer sin derramar alimentos
- Dificultades en el aprendizaje: problemas para copiar del pizarrón, para seguir instrucciones o para discriminar sonidos al aprender a leer y escribir
- Alteraciones en la conducta: Ansiedad, frustración frecuente, llanto descontrolado o evitación de situaciones sociales por miedo o incomodidad
Tipos de Trastornos de la Integración Neurosensorial
Los problemas de procesamiento sensorial se dividen en tres categorías principales:
Trastorno de Modulación Sensorial
Ocurre cuando el cerebro no regula correctamente las respuestas a los estímulos sensoriales, lo que puede generar tres tipos de reacciones:
- Hipersensibilidad (hiperrespuesta sensorial): reacción exagerada a ciertos estímulos, como ruidos fuertes, luces brillantes o el contacto físico inesperado
- Hiposensibilidad (hiporrespuesta sensorial): falta de reacción ante estímulos que normalmente provocarían una respuesta, como el dolor o el frío
- Búsqueda sensorial: necesidad constante de estímulos intensos, como presión física, movimientos repetitivos o ruidos fuertes
Trastorno Motor de Base Sensorial
Este trastorno afecta la coordinación y el control del movimiento, e incluye:
- Dispraxia: dificultad para planificar y ejecutar movimientos coordinados, lo que afecta actividades como escribir, vestirse o practicar deportes
- Trastorno postural: problemas para mantener una postura estable, lo que puede generar desequilibrios o dificultad para permanecer sentado por largos períodos
Trastorno de Discriminación Sensorial
Las personas con este tipo de trastorno tienen problemas para interpretar diferencias entre los estímulos sensoriales. Algunos ejemplos son:
- Dificultad para distinguir entre diferentes texturas o temperaturas
- Problemas para reconocer la ubicación exacta de un estímulo táctil (por ejemplo, no saber dónde fueron tocados sin mirar)
- Confusión entre sonidos similares, lo que puede afectar el desarrollo del lenguaje y la lectura
Impacto en la vida diaria
El Trastorno de la Integración Neurosensorial puede tener consecuencias significativas en la vida diaria de quienes lo padecen. En niños, puede influir en su desempeño escolar, sus habilidades sociales y su autoestima. Mientras que, en adultos, puede dificultar actividades laborales y sociales, generando aislamiento o ansiedad.
Identificar estos desafíos a tiempo permite implementar estrategias adecuadas para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas.
Importancia del diagnóstico y tratamiento
Aunque el Trastorno de la Integración Neurosensorial no es reconocido oficialmente en algunos manuales diagnósticos, los especialistas en terapia ocupacional, neurología y psicología pueden ayudar a detectarlo y abordarlo.
El tratamiento suele incluir:
- Terapia de Integración Sensorial: diseñada para ayudar al cerebro a procesar mejor la información sensorial a través de ejercicios y juegos específicos
- Ejercicios motores y de coordinación: para mejorar la estabilidad postural y la motricidad fina y gruesa
- Adaptaciones en el entorno: uso de auriculares con cancelación de ruido, ropa con tejidos específicos o mobiliario ergonómico para mejorar la comodidad
- Estrategias educativas y emocionales: apoyo escolar, terapia psicológica y acompañamiento familiar para mejorar la confianza y la inclusión social
El Trastorno de la Integración Neurosensorial es una condición que afecta la percepción y organización de los estímulos sensoriales, impactando la vida diaria de niños y adultos. La detección temprana y el tratamiento adecuado pueden mejorar significativamente la calidad de vida de quienes lo padecen, permitiéndoles desarrollar sus habilidades de manera más efectiva y participar plenamente en su entorno social y académico.
Si sospechas que tú o un ser querido pueden tener dificultades en la integración sensorial, consultar con un especialista en Neurología Infantil es el primer paso para encontrar soluciones adecuadas.