Los Angiomas son unas Lesiones Vasculares que presentan los niños pequeños y que son motivo de consulta muy frecuente.
En realidad, bajo el término Angioma la mayoría de los padres se refieren a manchas rojas en la superficie de la piel de los niños que llevan a consulta. Pero hay dos tipos fundamentales de manchas rojas en un niño pequeño: las Malformaciones Vasculares, que son congénitas, aparecen y están presentes desde el momento que el niño nace; y los Hemangiomas que en realidad son de origen Tumoral, no malformativo y con mucha frecuencia no se ven en el momento en el que el niño nace, sino que aparecen posteriormente, en las primeras semanas de la vida y proliferan hasta hacerse más o menos llamativos en función del tamaño del hemangioma.
No conocemos la causa ni de uno ni de otro, ni de la Malformación Vascular ni del Hemangioma como proliferación tumoral. Hay muchas teorías que hablan de fenómenos hipóxicos como origen del Hemangioma. En el caso de las Malformaciones Vasculares es posible que en algunos casos haya trastornos genéticos, pero hasta la fecha de muy pocos conocemos la causa fundamental que los provoca.
Síntomas
La mayoría de las veces los Hemangiomas se manifiestan como manchas rojas en la superficie de la piel. Cuando se trata de Malformaciones Vasculares pueden ser bultos sin una tonalidad diferente a la de la piel normal o pueden ser de un tono más azulado, esto depende, por supuesto, de cada lesión. Depende de cada caso y de cada niño, e incluso de la localización sobre la superficie corporal.
Diagnóstico inmediato
El diagnóstico de las Malformaciones Vasculares y de los Hemangiomas suele ser inmediato en la mayoría de las ocasiones porque los Dermatólogos que trabajan con niños las saben reconocer muy bien. En ocasiones es necesario hacer alguna prueba específica, una Ecografía Cutánea para ver si hay flujo vascular y qué tipo de flujo existe. También en ocasiones se necesita una Resonancia Magnética para ver la extensión en profundidad de la malformación.
¿En qué consiste el tratamiento?
El tratamiento de las Lesiones Vasculares en los niños depende muchísimo del tipo de lesión que sea. En algunos casos es muy sencillo e incluso no necesitamos hacer ningún tratamiento, porque los Hemangiomas, estas lesiones tumorales de las que se hablaba al principio, regresan por sí solas. Inicialmente crecen, pero cuando el niño tiene más o menos un añito de vida empiezan a aplanarse, a perder la coloración y, por último, prácticamente son imperceptibles, o queda un residuo que se puede resolver quirúrgicamente.
En el caso de las Malformaciones Vasculares es distinto. Estas lesiones son estables, no se curan por sí mismas y no tienen un tratamiento tan sencillo. En ocasiones cuando son muy superficiales se puede utilizar el Láser y también en casos seleccionados se puede realizar Cirugía. Para los Hemangiomas existe un nuevo tratamiento que es el propranolol oral, que se lleva utilizando aproximadamente unos cuatro o cinco años y que está dando unos resultados excepcionales en los niños que son tratados. No obstante, como todo tratamiento oral, hay que seleccionar bien al paciente y decidir si verdaderamente merece la pena o no tratar una lesión que por otra parte va a desaparecer por sí misma.