Escrito por: La redacción de Top Doctors
Otro evento crucial en la vida de las personas es la ocurrencia de un Accidente Cerebrovascular, comúnmente conocido como Embolia Cerebral.
¿Qué es la Embolia Cerebral?
La Embolia Cerebral implica la obstrucción de una arteria que suministra sangre al cerebro, generalmente debido a la formación de un coágulo o trombo, que puede originarse en el corazón.
En el caso particular del corazón, los pacientes pueden desarrollar una Arritmia llamada Fibrilación Auricular, especialmente después de los 60 años. Esta arritmia desordena el ritmo cardíaco y puede causar problemas en la circulación sanguínea, lo que lleva a la formación de coágulos en la aurícula izquierda, específicamente en una estructura llamada orejuela auricular izquierda.
Estos coágulos pueden desprenderse y viajar hacia el cerebro, provocando un Accidente Cerebrovascular. Los pacientes con Fibrilación Auricular tienen cinco veces más riesgo de sufrir una Embolia Cerebral. El método más comúnmente utilizado para prevenir este riesgo es la anticoagulación oral, que actúa directamente sobre el sistema de coagulación para prevenir la formación de trombos en el corazón y su posterior embolización al cerebro.
¿Cuáles son los riesgos?
Sin embargo, el uso de anticoagulantes conlleva el riesgo de eventos hemorrágicos que pueden ser potencialmente mortales para el paciente. Como alternativa, en los últimos años ha surgido un procedimiento percutáneo realizado por cardiólogos llamado cierre de la orejuela izquierda. Este procedimiento implica la inserción de un dispositivo metálico en la orejuela izquierda del corazón, lo que sella efectivamente esta estructura y previene la formación de coágulos.
Si se realiza con éxito, el paciente puede prescindir de los anticoagulantes, reduciendo así el riesgo de Embolia y mejorando su calidad y esperanza de vida.
¿En qué consiste el procedimiento?
El procedimiento se lleva a cabo en una sala de hemodinamia por un Cardiólogo Intervencionista capacitado y se considera relativamente seguro, con una tasa de complicaciones graves de menos del 2%. Este enfoque representa una opción valiosa para aquellos pacientes que no pueden tolerar o desean evitar el uso continuo de anticoagulantes.
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