La Colelitiasis, conocida comúnmente como Piedras en la Vesícula Biliar, es una afección frecuente que puede causar dolor, inflamación e incluso complicaciones graves si no se trata a tiempo.
La Cirugía de la Colelitiasis es el tratamiento definitivo, y se puede realizar de manera programada o de urgencia, dependiendo del estado del paciente.
¿Qué es la Colelitiasis y por qué requiere cirugía?
La Colelitiasis es la presencia de litos o piedras en la Vesícula Biliar, un órgano pequeño ubicado debajo del hígado que almacena bilis. Estas piedras se pueden formar por diversas causas, como alteraciones en la composición de la bilis, ayunos prolongados o ciertos factores genéticos y dietéticos.
Aunque algunas personas no presentan síntomas, la presencia de piedras en la vesícula implica una enfermedad que puede complicarse. Los síntomas más comunes incluyen:
- Dolor tipo Cólico en el lado derecho del abdomen, debajo de las costillas
- Náuseas y vómitos, especialmente de contenido amarillo
- Sensación de malestar matutino, similar a una Gastritis
Cuando estos síntomas aparecen, especialmente si el dolor es persistente, se debe evaluar la necesidad de cirugía.
Tipos de Cirugía para la Colelitiasis
Existen dos tipos principales de Cirugía de la Colelitiasis para tratar esta afección:
Cirugía programada
Se realiza cuando se detectan piedras en la Vesícula sin que exista una inflamación aguda. Es la opción ideal, ya que permite planificar el procedimiento en condiciones controladas, disminuyendo los riesgos y la morbimortalidad. Es recomendable realizarla apenas se confirma el diagnóstico, incluso si no hay dolor, para prevenir futuras complicaciones.
Cirugía de urgencia
Se indica cuando el paciente presenta un dolor constante que no cede con medicamentos ni cambios en la alimentación, acompañado de inflamación severa o infección en la vesícula. En estos casos, la cirugía debe realizarse de inmediato porque la inflamación ya no se resolverá por sí sola y el riesgo de complicaciones es mayor.
Beneficios de la Cirugía de la Colelitiasis
Eliminar la Vesícula enferma resuelve la causa del malestar y previene complicaciones graves, como:
- Pancreatitis (inflamación del Páncreas)
- Obstrucción de la vía biliar, que puede afectar al hígado
- Cáncer de Vesícula, especialmente si los litos superan los 3 cm de tamaño
Aunque no todos los pacientes presentan síntomas desde el inicio, la presencia de piedras representa una condición patológica que debe tratarse para evitar problemas a largo plazo.
¿Cuáles son los riesgos de esta cirugía?
Como en cualquier procedimiento quirúrgico, existen riesgos, aunque estos han disminuido notablemente gracias a la Cirugía Laparoscópica, una técnica de mínima invasión que se ha convertido en el estándar actual.
Los riesgos más relevantes incluyen:
- Sangrado
- Anatomía anómala que impida continuar con la laparoscopía, requiriendo cirugía abierta
- Infección de heridas quirúrgicas
La Laparoscopía, al utilizar incisiones menores a 1 cm, reduce significativamente estos riesgos y acelera la recuperación del paciente.
Recuperación tras la cirugía
La recuperación depende del tipo de cirugía realizada, siendo mucho más rápida con la Técnica Laparoscópica:
- El paciente puede comenzar a comer el mismo día de la cirugía
- En una semana, la mayoría de los pacientes puede retomar su vida cotidiana
- Las heridas son pequeñas y requieren solo cuidados básicos para evitar infecciones o formación de Hernias
En comparación, la Cirugía Abierta implica una recuperación más lenta, con al menos un mes de reposo para permitir la adecuada cicatrización de todos los planos de la pared abdominal.
Cambios en la dieta y estilo de vida después de la cirugía
Durante el primer mes tras la cirugía, el sistema digestivo se adapta a la ausencia de la Vesícula, ya que la bilis ya no se almacena ni concentra como antes. Por ello, se recomienda:
- Evitar temporalmente alimentos grasos, fritos o muy condimentados
- Reducir el consumo de irritantes como el picante
- Posteriormente, la mayoría de los pacientes puede volver a consumir todo tipo de alimentos sin molestias
En cuanto al estilo de vida, una vez cicatrizadas las heridas, se puede retomar el ejercicio físico y las actividades habituales sin restricciones. Para recibir una atención personalizada, es importante acudir con un especialista en Cirugía General.