El Electrocardiograma, también conocido como ECG o EKG, es un estudio diagnóstico que registra en un gráfico la actividad eléctrica que genera el corazón en cada uno de sus latidos.
Se trata de una herramienta fundamental en medicina para evaluar la salud cardiovascular, ampliamente utilizada tanto en contextos de rutina como en situaciones de emergencia.
¿Qué es un Electrocardiograma?
El Electrocardiograma es un procedimiento sencillo, rápido e indoloro que permite visualizar en forma de ondas eléctricas el comportamiento del corazón. Gracias a este registro, los profesionales de la salud pueden detectar diversas alteraciones cardíacas, muchas de las cuales no presentan síntomas evidentes para el paciente.
El estudio se realiza colocando electrodos —pequeños parches adhesivos conectados a cables— en distintas partes del cuerpo del paciente. Se ubican en las cuatro extremidades (brazos y piernas), así como en el pecho, sobre la región precordial, que corresponde al lado izquierdo del tórax. Estos electrodos captan la actividad eléctrica del corazón y la transmiten a un dispositivo que genera un trazado gráfico interpretado por el médico.
¿Para qué sirve un Electrocardiograma?
El Electrocardiograma tiene múltiples aplicaciones en el diagnóstico y monitoreo de enfermedades cardíacas. Entre sus principales usos se encuentran:
- Detectar Infartos al miocardio, ya sea en curso o antiguos
- Identificar Arritmias Cardíacas, es decir, alteraciones en el ritmo del corazón
- Evaluar trastornos en la conducción eléctrica, que afectan la forma en que se transmiten los impulsos eléctricos en el corazón
- Observar cambios relacionados con desequilibrios electrolíticos, como los niveles de potasio, calcio o magnesio
- Detectar crecimiento anormal de las cavidades cardíacas, como la dilatación del ventrículo izquierdo o derecho
Por su versatilidad y utilidad clínica, el Electrocardiograma es una prueba de uso rutinario en consultorios, hospitales, servicios de urgencia y unidades de cuidados intensivos.
¿Cómo se realiza el estudio?
El procedimiento es rápido y no invasivo. El paciente se recuesta en una camilla y se le colocan los electrodos en la piel limpia de las extremidades y el tórax. No requiere preparación especial, aunque en algunos casos se recomienda evitar cremas corporales o productos que interfieran con la adhesión de los electrodos.
El registro en sí dura apenas unos segundos. De hecho, el tiempo que lleva colocar correctamente los electrodos puede ser mayor que el tiempo de toma del ECG. En total, el estudio puede completarse en menos de cinco minutos.
¿Es doloroso o tiene riesgos?
El Electrocardiograma es completamente inofensivo y no causa dolor. Una de las dudas más comunes de los pacientes es si "dará toques" o generará alguna descarga eléctrica. La respuesta es no: el aparato solo registra la actividad eléctrica natural del corazón, no emite corriente hacia el cuerpo.
Es una prueba segura para personas de todas las edades y puede repetirse tantas veces como sea necesario sin riesgo alguno.
¿Quién interpreta un Electrocardiograma?
El Electrocardiograma puede ser interpretado por diferentes profesionales de la salud, dependiendo del contexto. Idealmente, un Cardiólogo es el especialista más capacitado para analizar el trazado en profundidad.
Sin embargo, Médicos Generales, Internistas y otros especialistas también pueden identificar hallazgos relevantes, especialmente en situaciones urgentes o cuando se busca una evaluación inicial.