Escrito por: Dr. Francisco De La Vega González Endoscopista y Cirujano General en Cuajimalpa de MorelosFuentes: Top Doctors CO
Siempre he pensado que vivimos en un mundo “gastrocéntrico”. Esto es porque desde que nacemos, la actividad más importante es el momento de la comida. Cuando vamos creciendo, no sólo es el tiempo para saciar el hambre, sino también el pretexto para juntarnos en familia o para platicar con los compañeros del trabajo.
Cuando acaban las responsabilidades, también salimos a buscar algo de comida y bebida para compartir. No se diga a la hora de buscar romance, es importantísimo quedar bien en un buen restaurante con un buen platillo y bebida.
Dicho lo anterior, no queda duda de lo extraño que es para un ser humano cuando su apetito disminuye o cuando el comer provoca náuseas y molestias. Y es más preocupante si hay dificultad para evacuar o si hay sangre al defecar.
En muchos de estos escenarios, es común que nos recomienden hacer exámenes de Endoscopía, los cuales consisten en revisar el interior del tubo digestivo con el uso de herramientas especiales llamadas endoscopios.
Cuando el estudio tiene el fin de revisar la parte superior del tubo digestivo, se le llama Endoscopía Superior o Panendoscopía, la cual es útil para examinar el esófago, estómago y la primera parte del intestino delgado. Se realiza con un tubo llamado gastroscopio, el cual entra por la boca y pasa al esófago (tubo digestivo), mientras que la tráquea (tubo respiratorio) permanece libre.
Este estudio puede llevarse a cabo con el paciente despierto, aunque no es recomendable porque puede ser muy molesto y se debería analizar la posibilidad de usar sedación (tipo de Anestesia que consiste en pasar medicamentos por la vena, los cuales producen sueño y evitan el dolor, pero donde el paciente permanece respirando por sí mismo en todo momento).
Aun así, en muchos hospitales de México y el mundo se realizan Endoscopías en pacientes despiertos, lo cual puede ser seguro si se hace por una persona experta que además tenga muy buena comunicación con el paciente.
Cuando es necesario revisar el tubo digestivo bajo, se hace una Colonoscopía. Esta se hace con un aparato llamado colonoscopio, el cual entra por el recto y avanza por todo el colon hasta llegar a la parte final del intestino delgado (íleon). También se debe realizar de preferencia con el paciente bajo sedación.
En la Colonoscopía es posible identificar Pólipos (una especie de verrugas en el colon) que tienen el riesgo de producir células precancerígenas y cancerígenas. De haberlos, se aconseja quitarlos durante este estudio.
Los análisis endoscópicos correctamente indicados y realizados pueden ser una gran fuente de información para brindar seguridad a los pacientes. Si hay dudas acerca de estos procedimientos, consulta a tu médico.