Escrito por: Dr. Manuel Alejandro Hernández Rojas Cirujano General en CoyoacánFuentes: Top Doctors CO
La enfermedad ácido péptica, es una entidad que se relaciona de forma muy estrecha con el trastorno funcional intestinal. Se caracteriza por dolor en la boca del estómago, el cual es variable en intensidad: puede ser leve, moderado, severo e incluso incapacitante.
Causas y síntomas
Otras señales son náuseas, salivación excesiva, sabor amargo o sabor a metal en la boca. Todo esto se ocasiona debido a que el ácido gástrico, la bilis o los dos se acumulan en el estómago lo que produce una inflamación de las células gástricas, esto se conoce coloquialmente como gastritis.
Se desconoce su origen, sin embargo, es hereditario: en una familia lo pueden tener más integrantes, a veces lo confundimos con infecciones intestinales o parásitos (bichos). Hay dos elementos que lo ocasionan: el estrés y los malos hábitos alimenticios.
Tratamiento para el Ácido Péptico
El tratamiento que se da para este problema normalmente es un antiácido o bien es un medicamento para inhibir la producción de ácido. Sin embargo, si sólo se da tratamiento para el síntoma no se protege el resto del tubo digestivo y esto provoca aire, gases y dolor abdominal.
Para tener una atención adecuada y completa, es necesario asistir con un especialista y es crucial no automedicarse y evitar tomar analgésicos como:
- Naproxeno
- Paracetamol
- Ibuprofeno
- Butilbromuro de escopolamina y metamizol
El tratamiento de elección es aquel que va dirigido a todo el tubo digestivo, no sólo a controlar los síntomas. No es recomendable la endoscopía y toma de biopsias durante el cuadro agudo y mucho menos realizar prueba rápida para el Helicobácter Pylori.
Se requiere dar un seguimiento integral que restablezca la formación celular intestinal, que no exista distinción y evitar la inflamación celular del tubo digestivo. Esta enfermedad como casi todas del tubo digestivo pueden dar origen a otros padecimientos digestivos crónicos.
Es crucial conocer que la enfermedad no se cura, pero sí se controla con el tratamiento adecuado e integral del sistema digestivo, así como una rehabilitación gástrica intensiva.