La Enfermedad Diverticular es un trastorno del sistema digestivo que afecta principalmente al Colon.
Se caracteriza por la formación de pequeñas bolsas o sacos llamados Divertículos, los cuales pueden desarrollarse en la pared del intestino grueso, particularmente en el Colon Sigmoide. Aunque muchas personas pueden tener divertículos sin presentar síntomas (Diverticulosis), en algunos casos, estas estructuras pueden inflamarse o infectarse, provocando Diverticulitis, una afección más grave que puede derivar en complicaciones severas.
En México, la prevalencia de la enfermedad diverticular ha ido en aumento en los últimos años, debido a cambios en la alimentación, el envejecimiento de la población y el sedentarismo. En este artículo, exploramos en profundidad sus causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento, así como medidas de prevención que pueden ayudar a reducir su impacto en la salud.
¿Qué es la Enfermedad Diverticular?
La Enfermedad Diverticular engloba varias condiciones relacionadas con la presencia de divertículos en el colon. Se clasifica en tres etapas principales:
- Diverticulosis: se refiere a la presencia de Divertículos en el Colon sin síntomas. La mayoría de las personas con Diverticulosis no experimentan molestias y pueden vivir con esta condición sin requerir tratamiento
- Diverticulitis: ocurre cuando los Divertículos se inflaman o infectan, lo que puede generar Dolor Abdominal, Fiebre y cambios en los hábitos intestinales
- Enfermedad diverticular complicada: en algunos casos, la inflamación puede derivar en complicaciones como abscesos, perforaciones intestinales, fístulas o Hemorragias Digestivas
Causas y factores de riesgo
La Enfermedad Diverticular es multifactorial, lo que significa que su desarrollo está influenciado por varios elementos. Se cree que la presión excesiva en las paredes del colon juega un papel importante en la formación de divertículos.
Entre los principales factores de riesgo se incluyen:
- Dieta baja en fibra: el consumo insuficiente de fibra provoca un tránsito intestinal lento y deposiciones más duras, lo que obliga al Colon a ejercer mayor presión para evacuar, favoreciendo la aparición de divertículos
- Envejecimiento: la probabilidad de desarrollar Enfermedad Diverticular aumenta con la edad, siendo más frecuente en personas mayores de 50 años
- Estilo de vida sedentario: la falta de actividad física puede contribuir a problemas de motilidad intestinal y Estreñimiento, factores que aumentan el riesgo de Diverticulosis
- Obesidad: el Sobrepeso está asociado con un mayor nivel de inflamación en el cuerpo, lo que podría favorecer la aparición de Diverticulitis
- Tabaquismo y consumo excesivo de alcohol: se ha observado que el tabaco y el alcohol pueden debilitar la pared intestinal, aumentando el riesgo de inflamación y complicaciones
- Uso frecuente de antiinflamatorios no esteroides (AINEs): medicamentos como el ibuprofeno pueden incrementar el riesgo de sangrado diverticular
Síntomas de la Enfermedad Diverticular
La Diverticulosis es asintomática en la mayoría de los casos y suele detectarse incidentalmente en estudios de imagen realizados por otras razones. Sin embargo, cuando los divertículos se inflaman o infectan, pueden aparecer síntomas como:
- Dolor Abdominal persistente, generalmente en la parte inferior izquierda del abdomen
- Fiebre y escalofríos, signos de una posible infección
- Náuseas y Vómitos, en casos de inflamación severa
- Cambios en los hábitos intestinales, como Estreñimiento o Diarrea
- Sangrado rectal, lo que indica una posible complicación hemorrágica
Diagnóstico de la Enfermedad Diverticular
Para confirmar la presencia de Enfermedad Diverticular y evaluar su gravedad, los médicos pueden utilizar los siguientes estudios:
- Colonoscopía: se recomienda en personas con antecedentes de Diverticulosis o síntomas digestivos para evaluar el estado del Colon y descartar otras afecciones, como pólipos o Cáncer Colorrectal
- Tomografía Computarizada (TC) Abdominal: es la prueba de elección para diagnosticar Diverticulitis, ya que permite visualizar la inflamación y detectar posibles complicaciones
- Ecografía Abdominal: puede ser útil en casos leves o en pacientes en los que no se recomienda la exposición a radiación
- Análisis de sangre: ayudan a identificar signos de infección o Anemia causada por sangrado
Tratamiento de la Enfermedad Diverticular
El manejo de la Enfermedad Diverticular depende de su severidad y de si se trata de Diverticulosis, Diverticulitis Leve o una forma complicada de la enfermedad.
Tratamiento de la Diverticulosis (sin síntomas)
- Aumento en la ingesta de fibra (frutas, verduras, legumbres, cereales integrales)
- Mantenerse bien hidratado para facilitar la digestión
- Realizar ejercicio regularmente para mejorar la motilidad intestinal
Tratamiento de la Diverticulitis Leve
- Antibióticos orales para tratar la infección
- Dieta líquida temporal hasta que los síntomas disminuyan
- Uso de analgésicos suaves para aliviar el dolor abdominal
Tratamiento de la Diverticulitis Grave o Complicada
- Hospitalización para administrar antibióticos intravenosos
- En casos de abscesos o perforaciones, puede ser necesario el drenaje o cirugía
- En situaciones graves, como perforación del colon, se puede requerir una Colectomía (extirpación de una parte del Colon)
Prevención de la Enfermedad Diverticular
Para reducir el riesgo de desarrollar Diverticulitis y evitar complicaciones, se recomienda:
- Consumir una dieta alta en fibra (mínimo 25-30 gramos al día)
- Beber suficiente agua para mejorar el tránsito intestinal
- Hacer ejercicio regularmente para fortalecer el sistema digestivo
- Evitar el tabaco y el alcohol, ya que pueden aumentar la inflamación intestinal
- Evitar el uso excesivo de AINEs, ya que pueden causar irritación en la mucosa intestinal
¿A qué especialista acudir?
La Enfermedad Diverticular es un problema digestivo común en México, especialmente en adultos mayores. Aunque muchas personas pueden tener diverticulosis sin síntomas, la diverticulitis puede generar complicaciones graves si no se diagnostica y trata a tiempo.
Un estilo de vida saludable, con una dieta rica en fibra, ejercicio y una hidratación adecuada, es fundamental para prevenir esta afección y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. Si experimentas síntomas como dolor abdominal persistente, fiebre o cambios en los hábitos intestinales, es recomendable acudir a un especialista en Gastroenterología o en Cirugía General para una evaluación oportuna.