La atención especializada y el abordaje integral son esenciales en las Cirugías de Enfermedades Congénitas del Corazón de los niños. Los Cardiocirujanos expertos en Patologías Congénitas son los más capacitados para realizar estos procedimientos.
Las Enfermedades Congénitas Cardíacas Infantiles que requieren cirugía son variadas, las más comunes son:
- Comunicación Interventricular
- Comunicación Interarticular
- Conducto arterioso permeable (crucial en la etapa fetal, ya que puede provocar hipertensión pulmonar)
- Canal auriculoventricular
Otras enfermedades, como la Tetralogía de Fallot, que involucra cuatro defectos en el corazón, también requieren intervención.
El diagnóstico de estas enfermedades se realiza mediante Ecocardiograma y, en ocasiones, Cateterismo. Posteriormente, el equipo médico decide el tratamiento más adecuado, ya sea para corregir el defecto o para aliviar los síntomas sin corregir completamente la anomalía.
Desafíos y consideraciones preoperatorias
Antes de la cirugía, comunicar a los padres de los pacientes sobre la seguridad de estos procedimientos es crucial. Las Cirugías Cardíacas se clasifican en riesgo leve, moderado y severo. Explicar que la gran mayoría de los casos (99 de cada 100) tiene un pronóstico favorable, con una baja tasa de mortalidad, puede ser complejo, pero es esencial. Además, el factor tiempo es crítico, ya que el diagnóstico tardío puede limitar las opciones.
La disponibilidad de donadores de sangre también es un aspecto vital, ya que muchos procedimientos lo requieren. La complejidad de cada caso y la variabilidad de los defectos cardíacos hacen que cada cirugía sea única.
Una vez corregido el defecto, la expectativa de vida del paciente suele ser similar a la de un niño sin anomalías cardíacas. Algunos pacientes pueden requerir medicamentos de por vida, mientras que otros pueden someterse a diversas cirugías a lo largo de su vida, pero esto depende de cómo se abordó la enfermedad inicial.
A pesar de los desafíos, la Cirugía de Enfermedades Congénitas del Corazón en los niños ha avanzado significativamente, y pacientes operados hace décadas demuestran una buena calidad de vida.