Epicondilitis o codo de tenista: causas, síntomas y tratamiento

Epicondilitis o codo de tenista: causas, síntomas y tratamiento

Editado por: el 10/10/2023

La Epicondilitis también conocida como codo de tenista mundialmente, se refiere a una fricción que tenemos en el antebrazo. Esa fricción se da frecuentemente en los tenistas cuando tienen una alteración de golpeo o cuando muñequean mucho, es así como el tendón de los músculos extensores del antebrazo tracciona el Epicóndilo

 

El Epicóndilo es el hueso que tenemos más saltado del codo hacia la parte externa, de ahí se da el famoso codo del tenista o Epicondilitis.

 

 

¿Cuáles son las causas?

 

Las causas son frecuentemente un muñequeo en el jugador de tenis, cuando tienen una técnica inapropiada, generan normalmente mucha atracción hacia el Epicóndilo.

 

De igual manera, surge en personas que no están acostumbradas al movimiento excesivo de muñeca, como por ejemplo pintar con brocha, donde generan fatiga en el antebrazo y en el Epicóndilo, por lo que existen trabajos domésticos que generan una afección de este, no es necesario ser un jugador de tenis.

 

¿Cuáles son los síntomas?

 

Los síntomas son dolor en el antebrazo, dolor al tomar un objeto y dolor al realizar actividades con la muñeca, porque generan mucha atracción al mover la mano y una tracción fuerte al nivel del Epicóndilo o al nivel del codo. Esa tracción genera dolor e inflamación.

 

¿En qué consiste el tratamiento? ¿Es necesaria la rehabilitación?

 

El tratamiento frecuentemente es a base de antiinflamatorios que pueden ser esteroideos y no esteroideos, así como también algunas cremas tópicas antiinflamatorias, infiltración normalmente con esteroideos o con alguna sustancia proloterapéutica, esa sustancia genera una desinflamación y no necesita ser esteroide para ser aplicada. Con ella se obtiene un beneficio importante sin generar un daño que frecuentemente producen los corticoesteroides.

 

Utilizamos sustancias que no son esteroides y que tienen un gran efecto desinflamatorio en una Epicondilitis.

 

En cuanto a la rehabilitación física, este es uno de los procedimientos más frecuentes donde se utiliza el ultrasonido y ondas de choque en casos crónicos. También podemos recurrir a la crioterapia o algunas maniobras y ejercicios con que recuperamos la fortaleza del antebrazo, en los músculos flexores y los músculos extensores.

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