Problema digestivo común que afecta a niños de todas las edades. Se caracteriza por la dificultad para evacuar las heces, lo que puede resultar en deposiciones poco frecuentes, duras y dolorosas.
¿Cómo se define el Estreñimiento en el contexto pediátrico?
Para hablar de Estreñimiento, sobre todo en la parte de niños, es muy importante mencionar que, de acuerdo con la edad de cada niño, cambia mucho la forma de las evacuaciones.
El Estreñimiento ocurre cuando hay evacuaciones duras que pueden causar molestias al momento de la salida. En adultos, se puede determinar cuántas evacuaciones deben ocurrir por día, pero en niños es diferente. Por ejemplo, un bebé de dos o tres meses de edad puede evacuar cuatro, cinco o seis veces al día. Sin embargo, si sus evacuaciones son duras y causan molestias, esto se considera Estreñimiento.
En Pediatría, se define como un cambio en el patrón de las evacuaciones, caracterizado por heces duras o en bolitas, sin importar la frecuencia con la que ocurran.
¿Cuál es la prevalencia del Estreñimiento en la población infantil?
La prevalencia del Estreñimiento varía según el país. En Estados Unidos y Europa, se estima entre un 3 y 8%. En México, no hay una estadística exacta, pero se sabe que la mayoría de los niños en etapa escolar presentan algún episodio de Estreñimiento. A menudo, los padres no identifican el problema, ya que también pueden presentar dificultades evacuatorias.
En la consulta con un Gastroenterólogo Pediatra, una gran parte de los pacientes tiene Estreñimiento sin estar conscientes de ello.
¿Cuáles son las causas más comunes de Estreñimiento en niños?
Se pueden identificar dos grandes grupos:
- Estreñimiento Orgánico: se debe a una causa secundaria, como enfermedades. Por ejemplo, un niño con hipotiroidismo puede presentar Estreñimiento
- Estreñimiento Funcional: representa la mayor parte de los casos y no tiene una causa orgánica identificable. Se relaciona con malos hábitos de alimentación, evacuación o dolor al evacuar
¿Qué síntomas suelen acompañar al Estreñimiento en niños, además de la dificultad para evacuar?
Cuando un niño presenta Estreñimiento, es importante identificar signos de alarma que requieran atención médica inmediata. Algunos de estos signos son:
- Fiebre
- Alteraciones en el crecimiento
- Manifestaciones cutáneas, como ronchas
- Dolor Abdominal Intenso
- Vómitos
Si un niño aparentemente sano tiene dificultades para evacuar, se debe evaluar su patrón de evacuación y su dieta. Factores como el consumo excesivo de arroz, pasta, leche o derivados pueden endurecer las evacuaciones.
¿Cuáles son las posibles complicaciones del Estreñimiento no tratado en la población pediátrica?
Algunas complicaciones incluyen:
- Retraso en el control de esfínteres
- Impactación fecal, donde las heces se endurecen en el recto
- Encopresis, caracterizada por escapes de heces en la ropa interior
- Alteraciones en la microbiota intestinal, causando gases y Dolor Abdominal
- Reflujo o Dolor de Cabeza debido a la acumulación de heces
¿Qué estudios se pueden realizar a un niño con Estreñimiento?
Para diagnosticar el Estreñimiento, se deben descartar causas secundarias, como Malformaciones Anatómicas o Enfermedades Tiroideas. En casos graves, pueden requerirse estudios como un colon por Enema o una Endoscopía.
Si no hay signos de alarma, el tratamiento se basa en modificar la dieta, mejorar hábitos evacuatorios y, si es necesario, usar laxantes bajo supervisión médica. La mayoría de los casos responden bien a un tratamiento adecuado y constante.
¿Cuándo se considera necesario realizar una Endoscopía Pediátrica en un caso de Estreñimiento?
Si el Estreñimiento es secundario a una enfermedad, se deben realizar estudios específicos, como Endoscopía, para descartar afecciones inflamatorias o anatómicas en el colon.
¿Cuándo es necesario recurrir a tratamientos farmacológicos y cuáles se utilizan?
El Estreñimiento Infantil es un problema común, pero con una adecuada evaluación y tratamiento, la mayoría de los niños pueden mejorar su calidad de vida. La clave está en la identificación temprana, la modificación de hábitos y la consulta con un especialista cuando sea necesario.