¿Cómo evitar que la Pandemia sea nuestra enemiga?

¿Cómo evitar que la Pandemia sea nuestra enemiga?

Editado por: el 15/06/2020

Ante la incertidumbre que se vive durante la Pandemia, los miedos y la ansiedad se hacen presentes. No enfrentarlos a tiempo podría afectarnos considerablemente.

 

 

El COVID-19 es un enemigo desconocido para toda la población y difícil de controlar, el cual se trabaja intentando evitar los peligros, mientras que otros tienen la creencia que esto no les afectará. No obstante, si pretendemos controlarlo, por más confianza y seguridad que tengamos, no vamos a lograr nada y nuestras creencias se desvanecen.

 

¿Cómo nos afecta?

 

Los miedos son sentimientos que nos ayudan a tomar precaución y advertirnos de los peligros vivenciales; son necesarios para fortalecer nuestra certidumbre reconociendo nuestros límites y aptitudes, confiando que somos capaces para afrontar la vida al resolver situaciones difíciles.

 

La confianza es un requisito básico para poseer buena autoestima, que significa sentirse capaz de conseguir logros aumentando los valores personales para estar más seguros, estables y congruentes; nos ayuda para ir un poco más allá de nuestros límites y a poder superarnos como personas.

 

La falta de confianza no es un problema que viene por sí solo, sino que acarrea problemas como inseguridades, miedos, dudas existenciales y complejos de inferioridad que complican afrontar las incertidumbres. Es ahí donde aparecen síntomas como la ansiedad la cual puede hacerse presente a cualquier edad. En algunos casos los trastornos de ansiedad son emociones que, como los miedos, avisan de la presencia de riesgos o de retos que nos presenta la vida.

 

El ser humano (al igual que los animales) tiene un instinto de defensa de su territorio y familia, no obstante, en los humanos cuando la incertidumbre es demasiada los descontroles emocionales se internalizan y desbordan con actitudes negativas como los ataques de pánico, las crisis de ansiedad social, la agresividad oral y/o la violencia física.

 

En recientes días se dio a conocer que los índices de violencia intrafamiliar habían aumentado durante el confinamiento: psicológicamente este problema es ocasionado por falta de control emocional, impulsividad y/o haber vivido en familias disfuncionales durante la infancia. De igual forma se sabe que se trata de personas con autoestima muy baja, muchos de ellos con complejo de inferioridad, que padecen de miedos irracionales y ansiedad muy alta, siendo su vida percibida como un manojo de riesgos abrumadores.

 

Cuando se padece de autoestima muy baja, agravada por el miedo a la enfermedad o posible contagio de COVID-19, se incrementa la ansiedad social porque la afección se multiplica en el ambiente familiar disfuncional. La ansiedad también puede ser ocasionada por miedos adquiridos en la infancia.

 

Dentro de la Psicología a estos fenómenos patológicos se les conoce como Hipocondría, la cual es un trastorno de ansiedad característico del miedo a adquirir cualquier enfermedad. Muchas personas se ven perjudicadas por este padecimiento, ya que suelen creer que los resultados de las pruebas no son las correctas o bien que podría ser su destino fatal. Por lo general se sienten limitados, pero lo cierto es que los límites están dentro de su propia mente insegura. Se convencieron a sí mismos negativamente y no fueron capaces de confirmar los sucesos verdaderos para afrontar las incertidumbres con objetividad y valor.

 

¿Qué hacer ante esta situación?

 

Una de las pautas para solucionar este problema es que todos los miedos que nos rodean se podrían sintetizar en el miedo a vivir. Caeríamos en una vida sin sentido, pero el instinto busca reparación vivencial en el encuentro con el otro, honrando los valores morales y éticos.

 

No estamos libres de riesgos ni lo estaremos, pero sí somos libres para afrontarlos y actuar ante ello con responsabilidad y valores propios. Al cumplir esa exigencia nos consagramos como humanos. La vida hace su aporte mediante sus circunstancias y nosotros hacemos lo nuestro a través de nuestras elecciones, decisiones y acciones.

 

Nuestra responsabilidad al transitar por la vida debería ser consciente y trascendente, para que, cuando cese esta Pandemia, podamos decir que la vida tuvo sentido y valió la pena.

Psicología en Hermosillo