En ocasiones, el endometrio presenta un crecimiento excesivo y como consecuencia pueden surgir los Pólipos Endometriales
El endometrio (capa interna del útero) constituye una estructura dinámica que responde a diferentes estímulos hormonales. Algunas hormonas, como los estrógenos, provocan modificaciones proliferativas mientras que otras,como la progesterona, tienen efectos contrarios. En ocasiones, el endometrio presenta un crecimiento excesivo y como consecuencia pueden surgir los Pólipos Endometriales. Los Pólipos son, pues, formaciones de origen endometrial que constituyen focos de proliferación excesiva del mismo.
Síntomas
Los Pólipos pueden ser asintomáticos pero también pueden provocar hemorragias de origen uterino (metrorragias), normalmente de carácter irregular, no necesariamente relacionadas con la menstruación. En cualquier caso, los Pólipos no provocan dolor.
La mayoría de los Pólipos Endometriales son benignos, pero algunos de ellos pueden causar Cáncer. Además, los Pólipos también pueden dificultar la consecución del embarazo. Por ello, es importante consultar con un ginecólogo ante la presencia de algún síntoma.
Factores de Riesgo
Aunque se desconocen las causas exactas de la formación de Pólipos en el endometrio, existen algunos factores de riesgo bien identificados que pueden propiciar su aparición:
- Concentración elevada de estrógenos
- Anovulación crónica, es decir, tener ciclos menstruales sin ovular
- Edad de la mujer entre los 40 y 65 años
- Inflamación Crónica Uterina
- Tratamientos Hormonales en mujeres postmenopaúsicas
- Algunas enfermedades genéticas no muy comunes, como el Síndrome de Lynch o el síndrome de Cowden
Diagnóstico y Tratamiento
El método más sencillo para confirmar la presencia de un Pólipo Endometrial y, en su caso, extirparlo, es mediante la realización de una Histeroscopia. Esto es, la introducción de una óptica en el interior del útero con posibilidad de introducción simultánea de instrumental que permite la exéresis del pólipo.
La extirpación del Pólipo es conveniente para descartar la presencia de tejido maligno en él. En caso de que parte del tejido del Pólipo fuese maligno, debe actuarse en consecuencia con el tratamiento correspondiente.