Hernias de Disco Cervical y Lumbar: ¿Cómo prevenir este padecimiento?
Son una afección común de la columna vertebral que pueden causar dolor significativo y otros síntomas. Para entenderlas, primero debemos saber un poco sobre la anatomía de la columna.
¿Qué es una Hernia de Disco y por qué ocurre?
Lo primero que se debe entender es el enfoque anatómico de la hernia de disco. La columna vertebral está compuesta por cuerpos vertebrales, y entre cada uno de ellos se encuentra un disco intervertebral. Una Hernia de Disco ocurre cuando dicho disco se degenera, se desplaza de su lugar y comienza a comprimir la médula espinal o alguna de las raíces nerviosas, provocando así los síntomas característicos de esta condición.
La mayoría de los pacientes que presentan Hernia de Disco tienen alteraciones en la morfología de su columna, han sufrido accidentes o realizan actividades laborales que predisponen al desarrollo de esta patología.
¿Cuáles son los síntomas principales de una Hernia de Disco Cervical?
Una Hernia de Disco Cervical suele manifestarse inicialmente con dolor en el cuello, el cual puede irradiarse hacia los hombros, los brazos y las manos. Además, es común la presencia de entumecimiento en manos, dedos y brazos, así como debilidad muscular y dificultad para completar los arcos de movimiento de los brazos. Con el tiempo, puede presentarse pérdida de fuerza.
¿Qué molestias genera una Hernia de Disco Lumbar en la vida diaria?
En el caso de una Hernia de Disco Lumbar, los síntomas más comunes incluyen dolor en la zona lumbar (conocido como Lumbalgia), dolor al cambiar de posición o al permanecer en una misma postura por tiempo prolongado. También pueden presentarse entumecimiento en las piernas, alteraciones en la sensibilidad, disminución de la fuerza muscular e incluso alteraciones en la marcha.
¿Qué factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar una Hernia de Disco?
Uno de los principales factores de riesgo es la edad, ya que el cuerpo humano experimenta cambios degenerativos naturales con el paso del tiempo, lo que afecta tanto a los discos intervertebrales como a la columna en general.
También influyen las actividades cotidianas de cada persona. El sedentarismo, el Sobrepeso, la Obesidad, el Tabaquismo y la predisposición genética son factores que aumentan significativamente el riesgo de padecer una hernia de disco.
¿Cómo se diagnostica una Hernia de Disco de forma sencilla?
Ante la presencia de síntomas como entumecimiento en las extremidades, disminución de la fuerza, dolor cervical o lumbar, es fundamental acudir con un médico especialista. El profesional evaluará los síntomas y signos clínicos, y posteriormente solicitará estudios de imagen como Radiografías o Resonancia Magnética.
Además, puede ser necesario realizar pruebas neurofisiológicas, como una Electromiografía, para valorar con mayor precisión el compromiso neurológico.
¿Qué opciones de tratamiento existen para una Hernia de Disco sin cirugía?
El tratamiento conservador, es decir, sin cirugía, es una de las primeras opciones recomendadas. Este enfoque incluye la modificación del estilo de vida, la reducción de peso en caso de Sobrepeso u Obesidad, la realización de Rehabilitación Física, Fisioterapia, y la aplicación de calor y medicamentos. Estas medidas pueden ser fundamentales para mejorar los síntomas y evitar intervenciones quirúrgicas.