Escrito por: Dr. Jorge Alberto Garay Ramos Pediatría y Terapia Intensiva Pediátrica en GuadalajaraFuentes: Top Doctors CO
Cada vez se acerca más la vacunación contra el COVID-19 en los más pequeños, sin embargo, aún existe el mito que podrían ser un riesgo para la salud, es por ello que nuestro especialista nos explica los riesgos y la importancia de las vacunas.
¿Qué son las vacunas?
Es una sustancia que está elaborada con una microparte antigénica del microbio al cual se va atacar, es decir, que se necesita aplicar una dosis muy pequeña del virus en el cuerpo, para que este empiece a procesar anticuerpos. Este proceso puede llevarnos de 3 a 4 semanas y el objetivo no sólo es que se generen anticuerpos, sino que el cuerpo desarrolle una especie de memoria, es decir que cuando venga determinada infección, la reconozca y active los anticuerpos para atacarlo y con ello evitar que sea infectado o presente sintomatología grave.
Existen vacunas para muchos tipos de infecciones ya sean bacterianas o virales.
¿Son seguras?
La mayoría de las vacunas son seguras siempre y cuando se tenga la seguridad de que provienen de laboratorista de prestigio, ya que también las existen genéricas. Sí, las vacunas pueden dar efectos adversos y entre los más comunes se encuentran fiebre, dolor local e incluso hinchazón. En raras ocasiones pueden darse enfermedades del tipo neurológico, el índice se frecuencia es de 1 caso cada 400 mil a 800 mil niños, como cualquier otro medicamento, pero que en la mayoría es muy seguro.
¿Por qué es importante aplicarlas en tiempo?
La importancia de las vacunas radica en evitar las infecciones que nos pueden llevar a una complicación o incluso llegar a la muerte. Es muy importante, por ejemplo, si un niño no es vacunado en contra del Sarampión al año de edad, que es cuando se aplica esa vacuna, tiene el riesgo de que se genere una Neumonía muy grave, como ocurrió en los años 90 donde hubo una epidemia de Sarampión y muchos de los pacientes fallecieron por esta causa, ya que no se les aplicó la vacuna en tiempo.
Esto de forma similar se presenta en Europa donde miles de niños no han recibido las vacunas correspondientes y han presentando complicaciones. El riesgo es que hay infecciones que se deben cuidar en la época, por eso las vacunas se aplican a los dos, cuatro o 6 meses de tal manera que si no se aplican a temprana edad pueden adquirir la enfermedad y aumentar el riesgo de que se complique.