Medicina Integrativa: una nueva forma de entender la Medicina
La Medicina Integrativa utiliza a su favor a la Medicina Convencional y la Medicina Natural, esto para ofrecer al paciente todos los instrumentos posibles para su curación y tratamiento. La Medicina Integrativa reconoce la mejora de la calidad de vida a través de técnicas y métodos naturales en combinación con la Medicina Convencional
Entendemos a la Medicina Integrativa como la sinergia entre la Medicina Occidental y la Medicina Natural. Supone la utilización de procedimientos avalados por el rigor científico procedentes tanto de la Medicina Tradicional occidental que todos conocemos como de la Medicina Natural. Se recomienda el uso de técnicas como la Acupuntura, Fitoterapia, Homeopatía y la Nutrición Médica, además de técnicas de estimulación Neurosensorial.
Es un nuevo paradigma o arquetipo en la evaluación y valoración de los procesos que afectan a la salud y la enfermedad dado que supone la superación de esta barrera conceptual que separa la Medicina Convencional de la Natural y la fundimos en un concepto unitario para explotar sus ventajas.
¿Cómo aborda el problema del paciente la Medicina Integrativa?
Esta rama une a lo mejor de la Medicina Occidental, la cual considera a la persona como un ser Holístico, donde se valora tanto su mundo físico, como su mundo psíquico, como su mundo emocional. La Medicina Integrativa también se esfuerza en ofrecer un tratamiento individualizado porque tenemos muy claro que las personas pueden reaccionar de maneras diferentes a la misma enfermedad, esto es lo que se llama el modo reaccional.
Entonces, uniendo a la Medicina Convencional con la sensibilidad emocional y personal de la Medicina Integrativa se pueden ofrecer tratamientos eficaces, eficientes y sobre todo con menores posibilidades de tener efectos secundarios.
Pacientes para quienes va dirigida la Medicina Integrativa
La Medicina Integrativa va dirigida a aquellos pacientes que aprecien el gran valor que tiene unir a un profundo conocimiento de la Fisiología y de la Anatomía, de la salud y la enfermedad, un conocimiento Holístico de la persona donde se valoren en igualdad de condiciones tanto los aspectos psíquicos, como físicos, como emocionales de la persona.
También va dirigida a los pacientes que valoren ser tratados de una manera eficaz, eficiente y con baja tasa de efectos secundarios. Además, aquellos pacientes que valoren el hecho de que la Medicina Integrativa esté en manos médicas, con lo que evitamos los efectos secundarios potencialmente graves derivados de un tratamiento de estas enfermedades por Naturópatas no médicos que por obvia ausencia formativa desconocen los detalles de las enfermedades que pueden llegar a tratar.
¿Qué patologías en concreto se han tratado con Medicina Integrativa?
Los inicios de la Medicina Integrativa han experimentado en procesos como las Alteraciones de la Estabilidad y el Equilibrio, Hipoacusias, Sorderas, ruidos en el oído también llamados Acúfenos, Hiperacusias, Alteraciones de la voz, habla, Lenguaje, Audición y Deglución, Infecciones, Alergias, Problemas de Respiración, Otitis Serosa Crónica, Problemas del Desarrollo Infantil, Retraso Psicomotor, inadaptación escolar, Hiperactividad, Trastornos de la Atención, alteraciones del estado de ánimo, Ansiedad, Cefaleas, Migrañas, Dolores Crónicos, Fibromialgia, Trastornos del Sueño, Insomnio, Apneas, Parálisis Facial, Neuralgia del Trigémino, Infertilidad, Tabaquismo y también en la prevención y tratamiento de los efectos adversos físicos, psíquicos y emocionales derivados de la Quimioterapia y la Radioterapia.
Casos exitosos tratados con Medicina Integrativa
Existen muchos ejemplos del uso de la Medicina Integrativa, por ejemplo, en la Fibromialgia de una mujer embarazada. Donde se potenciaron los tratamientos Homeopáticos dado que son inocuos, mientras que después del Embarazo se aplicaron otras técnicas terapéuticas en función de la evolución de su caso.
Por otro lado, es interesante hablar de los Dolores Crónicos, que se benefician muy bien de la Acupuntura de manera que podemos evitar los efectos secundarios de la toma de antiinflamatorios no esteroideos, los clásicos Ibuprofenos y derivados, durante largo tiempo, sin que por ello renunciemos a su toma puntual en determinados casos concretos.