¿Qué factores de riesgo se relacionan con el cáncer colorrectal?
El cáncer colorrectal es una neoplasia maligna, que como su nombre lo indica se origina en las paredes del colon o en el intestino grueso que va hasta el recto, excluyendo el intestino delgado y ano.
Dr. Dr. Javier Arizmendi González
El cáncer colorrectal ocupa el segundo lugar de enfermedades en el tubo digestivo, teniendo una indecencia aproximada de 3,000 casos para un 3% del total de casos de cáncer. Las personas que están en mayor riesgo a desarrollar este tipo de cáncer son:
- Las que llevan una dieta con factor predisponente
- Personas con un índice de masa corporal mayor de 29 kilos por metro cuadrado
- Consumidores de alcohol y tabaco
- Sedentarismo
- Género masculino
- Edad mayor a 50 años
- Antecedentes familiares de cáncer
- Los que tiene algunas enfermedades como poliposis adenomatosa familiar
Los síntomas van desde los inespecíficos de colitis crónica hasta bien definidos que se presentan cuando el cáncer ya está en etapa avanzada. Los principales signos son dolor abdominal, cambios en los hábitos intestinales, hemorragia transrectal, anemia microcítica hipocromica y pérdida ponderal. Existen otros que se presentan en etapa avanzada, tales como síndrome de desgaste y tumor palpable, obstrucción intestinal o sangrado masivo.
Es importante que la extensión tumoral sea estudiada por el especialista, para poder definir un tratamiento y seguimiento. El tratamiento consiste en someterse a una cirugía. Sin embargo, resulta útil acompañarla de terapia coadyuvante como la quimioterapia, en casos específicos. El tratamiento en casos de pólipos es la resección a través de una colonoscopía con seguimiento anual de rectosigmodoscopia y colonoscopia cada 5 años. Y la paliación en casos etapa 4. En ciertas condiciones la ablación y embolización son útiles. Asimismo, también se utiliza radioterapia después de tratamiento quirúrgico o como paliación.
Cuando un paciente es diagnosticado oportunamente, si nivel de sobrevida y calidad será muy alta, pero en casos avanzados no. La sobrevida general se aproxima al 50% a más de 5 años y esto se trata de una supervivencia global, sin tener en cuenta edad, tipo histológico o fase de la enfermedad.