La Radiocirugía es una modalidad de tratamiento que se destaca por su alta precisión y exactitud. En la actualidad, se utiliza tanto en enfermedades benignas como malignas, con un enfoque particular en las afecciones intracraneales.
La Radiocirugía intracraneal se ha convertido en una herramienta versátil que se emplea en diversos escenarios, incluyendo malformaciones arteriovenosas, meningiomas y más allá. Su aplicación se extiende al ámbito extracraneal, abarcando la columna vertebral y el tratamiento oncológico, como las metástasis cerebrales y las oligometástasis.
Esta modalidad de tratamiento ha demostrado ser una esperanza para muchos pacientes, ya que mejora la calidad de vida, aumenta el período libre de enfermedad y potencia la supervivencia global.
Radiocirugía en diferentes escenarios
La Radiocirugía ha demostrado su valía en una variedad de condiciones médicas, tanto benignas como malignas. Por ejemplo, se ha convertido en un pilar en el tratamiento de enfermedades malignas como las metástasis cerebrales, revolucionando la manera en que se abordan estas lesiones.
Además, puede utilizarse en el ámbito benigno para condiciones como los meningiomas o las malformaciones arteriovenosas, e incluso en trastornos funcionales, como la epilepsia o el dolor incoercible. La versatilidad de la Radiocirugía la convierte en una herramienta esencial en múltiples escenarios médicos.
Realización de la Radiocirugía
La Radiocirugía es una intervención que debe ser realizada por un especialista altamente capacitado, con experiencia en la técnica.
La infraestructura necesaria para llevar a cabo la Radiocirugía incluye un acelerador lineal de alta precisión y tecnología avanzada de imagen para guiar el procedimiento. Un equipo médico multidisciplinario, que incluye un físico médico y técnicos radioterapeutas, es esencial para garantizar un tratamiento eficaz y seguro.
Recomendaciones para la Radiocirugía
Para aquellos que buscan someterse a Radiocirugía, es fundamental consultar con un Radiooncólogo altamente calificado y, en algunos casos, con un equipo multidisciplinario que podría incluir a un Neurocirujano, un Oncólogo Médico y un Cirujano Oncólogo, dependiendo de la ubicación y naturaleza de la afección.
Los pacientes deben seguir las recomendaciones específicas proporcionadas por el Radiooncólogo, que pueden incluir medicación posterior al tratamiento. En general, la Radiocirugía se caracteriza por su alta precisión y exactitud, empleando sistemas de fijación, inmovilización y tecnología de imagen guiada para garantizar la seguridad y efectividad del procedimiento.