Aunque solemos asociar el oído exclusivamente con la capacidad de escuchar, su papel en el equilibrio corporal es fundamental. Dentro del oído interno se encuentra el sistema vestibular, una estructura delicada encargada de detectar el movimiento y la posición de la cabeza.
Cuando este sistema falla, aparecen síntomas que pueden alterar profundamente la calidad de vida: inestabilidad, Vértigo, desorientación y, en algunos casos, Pérdida Auditiva.
Los Trastornos del Equilibrio y la Audición no solo afectan a adultos mayores; también pueden presentarse en jóvenes, deportistas, pacientes con infecciones recurrentes o incluso sin una causa evidente.
¿Qué relación existe entre el oído y el equilibrio?
El Sistema Vestibular se localiza en el oído interno, junto al caracol o cóclea (que se encarga de la audición). Está compuesto por canales semicirculares, el utrículo y el sáculo, estructuras que contienen líquido y pequeños cristales que se mueven conforme cambia la posición de la cabeza.
Este sistema envía señales al cerebro a través del nervio vestibulococlear, que también transmite los sonidos. Por ello, muchos Trastornos Vestibulares pueden estar acompañados de síntomas auditivos como zumbido, presión en el oído o Hipoacusia (Pérdida de Audición).
Cuando el Sistema Vestibular se ve afectado, el cuerpo pierde la capacidad de mantener el equilibrio con precisión, especialmente al caminar, girar la cabeza o permanecer en la oscuridad.
¿Qué son los Trastornos del Equilibrio y la Audición?
Los Trastornos del Equilibrio se refieren a condiciones médicas que afectan la capacidad del cuerpo para mantenerse erguido y orientado, tanto en reposo como en movimiento. Están estrechamente relacionados con el funcionamiento del oído interno, el sistema visual y la propiocepción (la percepción de la posición del cuerpo).
En contraste, los Trastornos de la Audición abarcan desde la pérdida parcial hasta la sordera completa, y pueden presentarse de forma repentina o progresiva. También incluyen afecciones como Acúfenos (Tinnitus) y Trastornos de Procesamiento Auditivo, que dificultan interpretar los sonidos del entorno correctamente.
Principales Trastornos del Equilibrio
Entre los Trastornos del Equilibrio más comunes se encuentran:
Vértigo Posicional Paroxístico Benigno (VPPB)
Es uno de los Trastornos Vestibulares más frecuentes. Se produce cuando pequeños cristales del oído interno (Otolitos) se desplazan hacia los canales semicirculares, generando una falsa sensación de movimiento. El síntoma más común es un Vértigo intenso y breve al cambiar de posición (por ejemplo, al girar en la cama).
Neuronitis vestibular
Inflamación del Nervio Vestibular, generalmente de origen viral, que causa vértigo repentino, Náuseas, Vómito e imposibilidad para caminar. A diferencia del VPPB, suele durar más días y no está ligado a cambios de posición.
Enfermedad de Ménière
Se caracteriza por episodios recurrentes de Vértigo, Pérdida Auditiva Fluctuante, Tinnitus (zumbido en el oído) y sensación de oído lleno. Su origen está relacionado con un exceso de líquido en el oído interno. Puede afectar a un solo oído o a ambos.
Migraña Vestibular
Algunos pacientes con Migraña presentan episodios de Vértigo sin dolor de cabeza. Este tipo de trastorno puede confundirse con otros cuadros vestibulares, por lo que el diagnóstico requiere una evaluación especializada.
Trastornos del Equilibrio por envejecimiento
Con la edad, las funciones del sistema vestibular, la vista y la propiocepción disminuyen, afectando el equilibrio. Es una causa frecuente de caídas en personas mayores y puede coexistir con Presbiacusia (Pérdida Auditiva por Envejecimiento).
Trastornos Auditivos relacionados
Los Trastornos del Equilibrio pueden presentarse de manera aislada, pero a menudo se asocian a alteraciones auditivas. Entre las más frecuentes destacan:
Hipoacusia súbita
Pérdida repentina de la audición, por lo general unilateral. Puede acompañarse de Vértigo y requiere atención urgente, ya que un tratamiento temprano puede mejorar el pronóstico.
Tinnitus
Zumbidos o pitidos constantes en uno o ambos oídos, muchas veces asociados a daño en las células ciliadas del oído interno. Puede ser síntoma de Enfermedad de Ménière o de exposición a ruidos intensos.
Presbiacusia
Deterioro progresivo de la audición en adultos mayores. A menudo se manifiesta con dificultad para entender conversaciones, especialmente en ambientes ruidosos.
¿Qué síntomas deben alertarte?
Los síntomas de los Trastornos del Equilibrio y la Audición pueden ser variados, y no siempre se presentan todos al mismo tiempo. Algunos de los signos más frecuentes son:
- Mareos o Vértigo, con sensación de que el entorno gira
- Dificultad para mantener el equilibrio al caminar
- Náuseas, Vómito o desorientación
- Sensación de presión en el oído
- Zumbidos constantes (Tinnitus)
- Pérdida de Audición en uno o ambos oídos
- Movimientos oculares anormales (Nistagmo)
- Dificultad para concentrarse o sensibilidad al movimiento
Ante cualquiera de estos síntomas, especialmente si aparecen de manera repentina o afectan tus actividades diarias, lo recomendable es acudir con un Otorrinolaringólogo para una valoración completa.
¿Cómo se diagnostican los Trastornos del Equilibrio y la Audición?
La evaluación médica incluye una historia clínica detallada y diversas pruebas físicas y especializadas. Algunas de las más comunes son:
Examen clínico vestibular
Permite detectar signos como el nistagmo, la inestabilidad postural o la relación entre los movimientos oculares y la posición corporal.
Pruebas de Audición (Audiometría y Logoaudiometría)
Evalúan la capacidad para escuchar distintos tonos y entender palabras, lo cual ayuda a diferenciar entre problemas vestibulares y auditivos combinados.
Pruebas vestibulares específicas
Entre las cuales se encuentran:
- Videonistagmografía (VNG): registra los movimientos oculares para analizar la función del sistema vestibular
- Prueba calórica: estimula el oído interno con aire o agua a distintas temperaturas
- Posturografía dinámica: mide cómo el cuerpo responde a diferentes estímulos sensoriales para mantener el equilibrio
Imagen por Resonancia Magnética (IRM)
En casos complejos, puede ser necesaria para descartar tumores o lesiones cerebrales que afecten el sistema vestibular o el nervio auditivo.
Tratamientos disponibles según el tipo de trastorno
Los tratamientos dependen del diagnóstico específico, pero entre las opciones más comunes destacan:
Rehabilitación vestibular
Programa personalizado de ejercicios guiados por un especialista en Fisioterapia Vestibular. Mejora la adaptación del sistema nervioso y reduce la sensación de mareo.
Maniobras de reposicionamiento
Como la maniobra de Epley para el VPPB, que ayuda a recolocar los otolitos fuera de los canales semicirculares.
Medicamentos
Incluyen antivertiginosos, antieméticos, diuréticos (para la Enfermedad de Ménière), corticoides (en casos de Hipoacusia Súbita) y fármacos preventivos para migraña vestibular.
Cambios en el estilo de vida
Evitar el Estrés, reducir la cafeína y el alcohol, mejorar la calidad del sueño y controlar enfermedades asociadas como Hipertensión o Diabetes.
Cirugía
En casos severos o refractarios, pueden considerarse procedimientos como la Laberintectomía, la sección del nervio vestibular o la colocación de dispositivos de ayuda auditiva.
¿Cuándo acudir al Otorrinolaringólogo?
No todos los mareos son inofensivos ni todos los zumbidos son por “Estrés”. Un Otorrinolaringólogo está capacitado para distinguir entre los distintos tipos de Trastornos del Equilibrio y la Audición, identificar su causa y ofrecer el tratamiento más adecuado.
Se recomienda acudir a consulta cuando:
- Los episodios de Vértigo son recurrentes o incapacitantes
- Se presenta Pérdida Auditiva repentina
- El mareo se acompaña de visión borrosa, dificultad para hablar o debilidad muscular
- El Tinnitus afecta la concentración o el sueño
- Hay antecedentes de caídas, especialmente en adultos mayores
- El tratamiento previo no ha sido efectivo
¿Se pueden prevenir los Trastornos Vestibulares?
Aunque no todos los Trastornos del Equilibrio pueden prevenirse, sí existen medidas que pueden reducir su aparición o sus consecuencias:
- Evitar la automedicación ante infecciones del oído
- Usar protección auditiva en ambientes ruidosos
- Mantener una buena higiene del oído externo
- Realizar actividad física regular que estimule el sistema vestibular (como yoga o tai chi)
- Controlar enfermedades crónicas que afectan la circulación y los nervios
- Consultar al especialista ante cualquier alteración auditiva o vértigo persistente
Vivir con desequilibrio constante, zumbidos o pérdida de audición no debe considerarse parte del envejecimiento ni minimizarse. Estos síntomas pueden ser indicio de alteraciones en el oído interno que, con diagnóstico y tratamiento oportunos, tienen solución o mejoría significativa. El Otorrinolaringólogo es el especialista indicado para ayudarte a recuperar el equilibrio —literal y figurado— en tu vida cotidiana.