Tuberculosis pulmonar: tipos y tratamiento (Parte 2)

Tuberculosis pulmonar: tipos y tratamiento (Parte 2)

Editado por: el 10/10/2023

La gran mayoría de los casos de tuberculosis tienen cura, siempre que se disponga de los medicamentos necesarios y que estos se tomen correctamente.​

Tipos de tuberculosis

Tuberculosis pulmonar primaria

Incluye el complejo primario o de Ranke (neumonitis, linfangitis y adenitis) y la progresión de cualquiera de sus componentes. Es asintomática en la mayoría de los casos, o bien, la sintomatología es muy pobre y se puede confundir con una infección de las vías respiratorias superiores.

Cuando hay síntomas, se presenta fiebre de predominio vespertino de una a dos semanas de duración, asociada a signos de infección de vías respiratorias superiores, falta de apetito y debilidad; la exploración física de los campos pulmonares rara vez revela alteraciones. En casos avanzados puede encontrarse neumonía, y otras complicaciones.

Tuberculosis pulmonar crónica

Es la forma más frecuente de tuberculosis en el adolescente y en el adulto. Se manifiesta falta de apetito, pérdida de peso, fiebre por las tardes de baja intensidad y tos; el examen clínico de los campos pulmonares puede ser normal o revelar ruidos anormales en las zonas altas del pulmón. La tos con sangre del adulto rara vez ocurre en el niño y el adolescente.

Tratamiento y complicaciones

La gran mayoría de los casos tienen cura, siempre que se disponga de los medicamentos necesarios y que estos se tomen correctamente. Se trata con múltiples fármacos (combinación estándar de 4 medicamentos) durante mínimo 6 meses y debe de ir acompañado de información, supervisión y atención por un infectólogo certificado.

Uno de los principales problemas en el control de la enfermedad, es el fracaso por abandono del tratamiento, lo cual se debe, entre otros factores, a que el paciente una vez que se siente mejor considera innecesario continuar administrándose los medicamentos. Esta situación ha obligado a diseñar esquemas de más corta duración, igualmente eficaces y que permitan la supervisión directa, es decir, que el personal de salud verifique la ingestión o administre el medicamento.

Las complicaciones más frecuentes son: crecimiento de ganglios en todo el cuerpo (linfadenitis periférica), derrame pleural, tuberculosis diseminada (miliar) y en cerebro (meníngea), tuberculosis en los huesos (ósea), riñones (renal), piel (cutánea), peritoneal y ojos (ocular).

Pediatría en Cuauhtémoc