Tumores hipofisarios: patología de diversas manifestaciones (P2)
Cuando va a un tratamiento de esta patología usted debe acudir con un Neurocirujano con entrenamiento específico para tratar estos tumores ya que no todos los Neurocirujanos se dedican a tratarlos.
Dr. Erick Ulises Zepeda Fernández
Opciones de tratamiento
El principal tratamiento de los tumores de la glándula hipofisaria, dejando de lado el prolactinoma, es el tratamiento quirúrgico, este tiene muy buenas tasas de éxito, van del 50 al 80% de cura (dependiendo el tamaño del tumor). En el caso de Cushing va un poco menos, del 40 al 70% con la cirugía. El prolactinoma no se incluye en estos índices porque de inicio es de tratamiento médico, hay algunas indicaciones especiales para tratarlo quirúrgicamente de inicio (cuando se complica el tratamiento médico, falta de tolerancia a medicamentos, por ejemplo). Y el último rango son los tumores que no producen ningún tipo de hormona y que su manifestación principal es el aumento de masa. Se llaman adenomas pituitarios no funcionales y su tratamiento es 100% quirúrgico con muy buenas tasas de cura.
Se manifiestan principalmente en personas jóvenes pero la incidencia de los tumores hipofisarios va alrededor de la tercera o cuarta década de la vida y es el segundo tumor primario benigno del sistema nervioso central más frecuente, después de los meningiomas.
No hay manera de prevención, lo importante en ellos es la detección temprana. Es difícil darse cuenta que un paciente padece de crecimiento acral pero, a las primeras manifestaciones, se debe acudir con el Neurólogo o con el Neurocirujano. Es fácil descubrir estos tumores a través de una resonancia magnética.
Cuando se acude a tratar este tipo de tumores es importante ir a un sitio con personal médico capaz de tratarlos, requiere de una clínica bien establecida con un Neurocirujano con entrenamiento específico para tratar estos tumores (no todos los Neurocirujanos se dedican a tratarlos) y debe de estar rodeado de un equipo de Endocrinología, de Neuro Oftalmología (para valorar la mejoría de los campos visuales) y un equipo de Otorrinolaringología que trabaje en conjunción.