Uveítis: Inflamación Ocular
La Uveítis se presenta cuando se inflama la coroides o el iris.
El ojo tiene diferentes componentes, uno de ellos es la capa media. Para entender un poco más, la parte externa que vemos de color blanco, se llama esclerótica, y la parte interna que vemos es la retina. En la parte intermedia se encuentra la coroides, también conocida como uva, debido a que al retirar la capa externa (esclerótica), el ojo se asemeja a una uva.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas pueden variar desde un ligero enrojecimiento y una leve disminución de la visión, que en ocasiones los pacientes confunden con una Conjuntivitis y tratan como tal. Algunas personas buscan tratamiento por su cuenta o acuden a un médico general o a una farmacia, donde les proporcionan gotas, sin embargo, esto no suele solucionar el enrojecimiento ni la disminución de la visión. Posteriormente, acuden con los especialistas y ahí se detecta la Uveítis. Los síntomas pueden ser muy diversos, desde un enrojecimiento importante, dolor y una disminución significativa en la visión, dependiendo del grado y la causa de la Uveítis.
¿Se puede prevenir?
Lamentablemente, en general, no se puede prevenir la Uveítis, sobre todo en el primer episodio, ya que suele ser una reacción del propio cuerpo contra esta parte del ojo. En muchos casos, se presenta asociada a enfermedades autoinmunes como Artritis, enfermedades reumáticas, Lupus u otras enfermedades sistémicas. En estos casos, lo que podemos hacer una vez que se ha presentado un episodio de Uveítis es recomendar al paciente un buen control de su enfermedad de fondo, como la Artritis, el Lupus u otra enfermedad sistémica, ya que un buen control puede ayudar a evitar nuevos episodios de Uveítis. Sin embargo, incluso pacientes con un buen control de su enfermedad de fondo pueden presentar Uveítis, por lo que realmente no depende mucho del paciente prevenir estos eventos.
¿En qué consiste el tratamiento?
Consiste en administrar antiinflamatorios tópicos en forma de gotas y, en algunos casos, se pueden requerir tratamientos sistémicos, dependiendo del tipo de Uveítis. Puede tratarse de una Uveítis anterior, donde solo se inflama el iris y el tratamiento puede ser más sencillo, o puede ser una Uveítis posterior, que afecta el interior del ojo, lo cual requiere un manejo más delicado. En estos casos, además de los antiinflamatorios esteroides, pueden administrarse antiinflamatorios no esteroides. Es importante detectar si la Uveítis es causada por una enfermedad autoinmune, ya que en ocasiones el paciente desconoce que tiene una enfermedad de fondo. En esos casos, se trabaja en conjunto con un reumatólogo para manejar adecuadamente la enfermedad subyacente. En ocasiones también es necesario contar con el apoyo de un infectólogo, dependiendo de la situación, lo que puede requerir un enfoque multidisciplinario.
Existen oftalmólogos especializados en Uveítis que pueden manejar casos graves y complicados que requieren un manejo más difícil. Sin embargo, en general, la mayoría de las Uveítis más comunes y menos complicadas pueden ser tratadas por un oftalmólogo general o un especialista en segmento anterior. En el caso de la uveítis posterior, cuando es más avanzada y relevante, es recomendable acudir a un retinólogo especializado, cualquiera de ellos puede manejar el caso de manera adecuada.