16 de octubre: Día Mundial de la Alimentación
El Día Mundial de la Alimentación concientiza sobre los problemas de hambre en el mundo y la importancia de tener una dieta saludable
Las previsiones a finales de 2020 estiman un aumento de 130 millones de personas con hambre, siendo Asia y África los continentes más afectados.
En 1979 la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) conmemoró por primera vez el Día Mundial de la Alimentación, esto con el objetivo de concientizar sobre la malnutrición y el hambre. Desde entonces, diferentes organizaciones y sectores sociales se reúnen para discutir los planes de acción para un 2030 sin hambre.
Con programas coordinados con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), en 2019, la FAO se comprometió a erradicar el hambre en todo el mundo para 2030, sin embargo, más allá de mejorar las estadísticas, la Pandemia de COVID-19 pone en riesgo los objetivos a largo plazo.
El preocupante aumento del hambre en el mundo
El diagnóstico más reciente de las cifras sobre el hambre se resume a una conclusión: desde 2014, el hambre crónica ha crecido lentamente. Los siguientes números reflejan la realidad del mundo y los retos que tienen los órganos mundiales y Gobiernos para erradicar esta problemática:
- Al terminar el 2020, se estima que haya en total 820 millones de personas con hambre, 140 millones más que en 2018
- En Asia viven 381 millones de personas subalimentadas, en África 250 millones y en América Latina y el Caribe 48 millones
- Más de 3,000 millones de personas en todo el mundo no cuentan con los ingresos suficientes para tener una dieta saludable
- En 2019 se reportó que más de 191 millones de niños menores de 5 años presentaban problemas de crecimiento debido a una mala alimentación
Malos hábitos alimenticios, otro problema
El Día Internacional de la Alimentación también busca visualizar los riesgos de una mala alimentación. Entre las primeras recomendaciones impulsadas por la FAO están mejorar las condiciones e incentivos de los productos y productores agrícolas; un sistema de etiquetado más claro y transparente en los alimentos chatarra y de elaboración artificial; además de crear una publicidad responsable y completa sobre los productos que consumimos.
Un factor preocupante es que, según un informe de la OMS, una dieta saludable se consigue a un costo promedio mundial de $9.5 dólares al día, cinco veces más que los ingresos de personas con escasos de recursos que varían entre el $1.9 y los $2 dólares diarios. Esto provoca que parte de la sociedad no tenga acceso a los alimentos con nutrientes como lácteos, frutas, verduras y productos de origen vegetal y animal.
Ante el encarecimiento y poco acceso a los productos saludables, los órganos mundiales piden al sector privado reducir los costos de alimentos nutritivos y a los Gobiernos en dar las herramientas para incentivar una dieta saludable.
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