5 de cada 100 personas sufren de Nódulo Tiroideo

5 de cada 100 personas sufren de Nódulo Tiroideo

Editado por: el 10/10/2023

Un nódulo tiroideo es una tumoración ovoidea o esférica, originada en la glándula tiroides que puede tener varios orígenes benignos y malignos. En la población general se presenta un nódulo tiroideo entre el 3 al 5%, es decir que, 5 de cada 100 personas tendrán un nódulo tiroideo.

 

El paciente puede detectar la tumoración al observar o tocarse el cuello en la región anterior y central de este. O bien si aún es muy pequeño, se puede detectar durante la revisión médica de rutina, siempre y cuando el procedimiento lo realice un especialista en Cirugía Endocrina.

 

Síntomas importantes a tomar en cuenta

 

Los nódulos tiroideos no son dolorosos y no molestan. Una característica importante es que se elevan o ascienden con la deglución, son más evidentes al hiperextender el cuello. Además, pueden ocasionar síntomas por compresión de la vía respiratoria, sensación de falta de aire y fatiga, así como tos tras la manipulación del nódulo, también se puede comprimir el nervio de la voz y producir cambios en la tonalidad de esta, como ronquera. En ocasiones hay dificultad al paso de los alimentos y presenta un crecimiento progresivo. 

 

 

Cuando coexiste un nódulo tiroideo con ganglios crecidos en el cuello, existe mayor probabilidad de que el origen del nódulo sea canceroso.

 

¿Cómo se realiza el diagnóstico?

 

Cuando tenemos un nódulo tiroideo nos encontramos con cuatro interrogantes diagnósticas:

 

  • ¿Es maligno? Será canceroso entre el 15% a 20% de los casos
  • ¿Es benigno? Será benigno en el 80% de los casos
  • ¿El nódulo es funcional? En el 10% de los casos, el nódulo puede producir de forma autónoma hormonas tiroideas y causar hipertiroidismo, sin embargo, en el 90% de los casos, no produce hormonas y el resultado del Perfil Tiroideo en sangre es normal.
  • ¿Provoca síntomas obstructivos? En el 10% de los casos el crecimiento de la tiroides puede obstruir la vía digestiva, causando dificultad al deglutir o comer (sensación de que se atoran los alimentos) y también puede obstruir la vía respiratoria, provocando dificultad para respirar y sensación de ahogamiento. 

 

De estas interrogantes parte el estudio del nódulo tiroideo, así como el enfoque diagnóstico y terapéutico por el Cirujano Endocrino. Además de la fundamental historia clínica y revisión especializada, se debe realizar un Perfil Tiroideo completo en sangre.

 

El paso más importante es realizar un ultrasonido de alta definición de cuello, para evaluar las características del nódulo y el índice de sospecha de malignidad, Además se debe realizar una Biopsia con Aguja Fina por Aspiración, guiada por ultrasonido (es una pequeña punción del nódulo con una jeringa, parecido a una inyección, con la cual se obtienen células del nódulo). Esta se manda a analizar y nos dará el diagnóstico en el 70% de los casos.

 

En el resto de los casos (30%) el nódulo requiere de métodos más especializados como estudios de gammagrafía, perfiles genéticos, moleculares o cirugía diagnóstica, pero solo en casos muy seleccionados.

 

Tratamientos recomendados por especialistas

 

Escenario 1: Si el nódulo es menor a 2 cm, no produce síntomas de compresión, ni cambio de la voz, para esto es necesario 2 biopsias con intervalo de 6 meses entre cada una, con resultado benigno, la conducta es observar el nódulo y repetir el estudio en 1 año.

 

Escenario 2: Si el resultado de la biopsia con aguja fina es benigno y el nódulo mide más de 2 cm, causa algún síntoma de compresión, la extirpación de la mitad del tiroides que incluya al nódulo, será suficiente para curar la enfermedad y la mitad restante sana suplirá la función de la mitad extirpada. Aunque es posible que en algunos casos se requiere de la administración oral de hormonas tiroidea, para completar la función de la mitad de la tiroides sana.

 

Escenario 3: Sí el resultado es maligno o canceroso, el tratamiento mínimo es la extirpación de la totalidad de la glándula tiroides, con lo que el Cáncer de tiroides es curable en el 90% de los casos. El paciente puede vivir normalmente sin tiroides, pero entonces se tendrá que administrar tabletas de hormona tiroidea, para suplir la función de la glándula.

Cirugía General en Miguel Hidalgo