
Cáncer de pulmón: el efecto de la ceniza en la salud (Parte 2)
Existen varios indicadores para poder detectar a tiempo si se padece de cáncer de pulmón, entre ellos se encuentra el ser fumador, tener más de 50 años y tener algún familiar en primer grado con esta enfermedad.
Cáncer de pulmón provocado por cenizas volcánicas
El cáncer de pulmón puede estar provocado por la emisión de cenizas, dentro de los síntomas más comunes detectados por los cirujanos torácicos están los problemas tópicos de irritación ocular y cutánea, así como alergias y problemas respiratorios como la dificultad para respirar o incluso exacerbaciones de asma. Todas ellas son dolencias que pueden ser controlables de manera relativamente fácil y que, una vez suspendida la exposición a estos agentes, la persona se puede volver a encontrar bien.
El problema serio viene cuando se examinan los efectos tardíos de la aspiración y depósito de cenizas volcánicas en el organismo. Las cenizas son partículas de minerales menos de 2 mm. que por su tamaño se pueden depositar en los pulmones, los cuales no tienen la capacidad de eliminar o destruir estas partículas y que van almacenando en su interior. Dichas partículas a la larga lo que ocasionan es un daño irritativo en la membrana alveolo-capilar, encargada de la correcta oxigenación la cual se inflama, se endurece, es fibrosa y coacciona que el intercambio gaseoso (función principal de los pulmones) no se pueda realizar, a este proceso se le conoce como fibrosis pulmonar, fenómeno semejante le ocurre a las personas expuestas de manera laboral a productos minerales como carbón, talco, cemento, etc.
Efectos a corto y largo plazo
Muchas de las cenizas y materiales pirocásticos expedidos del cráter del volcán, por sus altas temperaturas, se pueden cristalizar y así se originan formaciones como las piedras de obsidiana. Dentro de estas cenizas se pueden encontrar algunos cristales y fibras de asbesto, las cuales de manera volátil se pueden depositar en los pulmonares y, después de muchos años, desarrollar tumores pleuro pulmonares como el mesotelioma maligno y aumentar el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer pulmonar como el adenocarcinoma pulmonar, debido al dióxido de titanio conocido carcinogenético.
Estas enfermedades, por desgracia, no son como las que aparecen con los efectos inmediatos de las cenizas, que se curan pronto y casi siempre sin secuelas, además de que no son sintomáticamente llamativas como una alergia, irritación ocular o el asma; sino que por el contrario, ocasionan enfermedades silentes, muy agresivas y que cuando se suelen diagnosticar tienen poco o a veces ningún tratamiento con intención curativa, es el caso del mesotelioma maligno, que en el momento del diagnóstico la media de supervivencia no supera los 20 meses.
Factores de riesgo
El cáncer de pulmón y otros tumores del tórax son curables siempre y cuando sean detectados y tratados a tiempo y de manera correcta. Para detectar quién podría tener cáncer de pulmón se han de contestar 5 simples preguntas:
- ¿Tienes más de 50 años?
- ¿Eres fumador de más de 30 paquetes al año?
- ¿Tienes algún familiar en primer grado con cáncer de pulmón, pleura, laringe o vía aérea?
- ¿Padeces algún estado inmunosupresivo o estas medicado con esteroides?
- ¿Tienes exposiciones ambientales a gases tóxicos, minerales, radiación, etc.?
Si tu respuesta es afirmativa en 2 o más de estos puntos eres candidato a realizarte un “check up” respiratorio en busca de algún tumor pleuropulmonar. La tomografía de tórax de alta resolución y baja dosis puede detectar estas enfermedades de manera temprana, para que se pueda ofrecer un tratamiento curativo. El Cirujano de Tórax, el Neumólogo o el Oncólogo Médico son los especialistas adecuados para el diagnóstico y tratamiento de estas enfermedades.
Volviendo a la paradoja inicial de que la tierra da y la tierra quita, queda demostrado una vez más que así es, en este escrito es notable cómo es posible que algunas enfermedades, incluso el cáncer, pueden caer del cielo.
Atiéndete oportunamente.