La Mentoplastía es una intervención quirúrgica cada vez más solicitada por quienes desean mejorar su perfil facial y lograr una mayor armonía en sus rasgos.
Se trata de un procedimiento seguro y eficaz que permite modificar el tamaño, forma o posición del mentón para equilibrarlo con el resto de la estructura facial.
¿Qué es la Mentoplastía?
La Mentoplastía, también conocida como Cirugía del Mentón, es un procedimiento quirúrgico que consiste en modificar la forma, el tamaño o la posición del mentó para lograr un perfil más equilibrado y armonioso.
La cirugía se realiza mediante un corte milimétrico que se realiza en el hueso, para colocarlo en la posición planeada. En la Mentoplastía, se utilizan técnicas de mínima invasión, gracias a las cuales las incisiones son muy pequeñas, lo que reduce considerablemente la inflamación y facilita una recuperación más rápida.
Este procedimiento puede realizarse para proyectar un mentón retraído, reducir uno prominente o corregir asimetrías que afecten tanto la estética como la funcionalidad de la región maxilofacial.
¿Cuándo está indicada la Mentoplastía?
Esta cirugía está indicada en personas que presentan un mentón desproporcionado en relación con el resto de la cara, ya sea por ser demasiado pequeño, prominente o asimétrico.
También se considera en casos donde existe una discrepancia entre el maxilar y la mandíbula que altera la armonía facial.
Antes de indicar la cirugía, es fundamental realizar una valoración facial completa, ya que en algunos casos el problema puede tener origen mandibular. Una evaluación adecuada permite distinguir si la solución corresponde a una Mentoplastía aislada o a otro tipo de Tratamiento Ortognático.
¿Cómo se realiza el procedimiento?
El tratamiento se lleva a cabo mediante una incisión intraoral, es decir, por dentro de la boca, lo que evita cicatrices visibles. A través de esta vía se realiza un corte controlado en el hueso del mentón, que luego se moviliza y se fija en la nueva posición planificada.
La fijación se logra mediante una pequeña placa de titanio, que asegura la estabilidad del segmento óseo mientras se produce la consolidación natural. Este proceso de unión ósea ocurre aproximadamente a los tres meses, momento en el que el resultado ya puede considerarse definitivo.
A diferencia de técnicas no quirúrgicas como las inyecciones de Ácido Hialurónico o los Implantes de Silicona, la Mentoplastía ósea ofrece resultados permanentes, sin el riesgo de reabsorción del hueso ni desplazamientos del material implantado.
Recuperación tras la Mentoplastía
Durante los primeros días posteriores a la cirugía, es normal experimentar inflamación y molestias leves a moderadas, las cuales pueden manejarse con analgésicos indicados por el especialista.
Es recomendable mantener una dieta blanda, evitar esfuerzos físicos intensos y seguir cuidadosamente las instrucciones médicas para favorecer una adecuada cicatrización. Aunque la consolidación ósea completa toma algunos meses, la recuperación funcional suele ocurrir en una semana, y los resultados estéticos se observan de manera inmediata.
La Mentoplastía es una opción segura y efectiva para quienes buscan mejorar el equilibrio facial mediante la corrección del mentón. Gracias a técnicas quirúrgicas de mínima invasión y una planificación precisa, es posible obtener resultados naturales, permanentes y funcionales.
Como en todo procedimiento médico, una evaluación personalizada es fundamental para determinar si esta cirugía es la opción más adecuada. Consultar con un especialista en Cirugía Maxilofacial o en Estética Facial permitirá tomar una decisión informada y segura.