Primeros síntomas y tratamiento del Virus del Papiloma Humano

Primeros síntomas y tratamiento del Virus del Papiloma Humano

Editado por: el 10/10/2023

El Virus del Papiloma Humano (VPH) es la infección de transmisión sexual más común en el mundo. Casi todos los hombres y las mujeres sexualmente activos lo pueden adquirir y transmitir en algún momento de su vida.

 

El principal origen de transmisión es el contacto íntimo sin protección, e incluso usando adecuadamente los preservativos u otros métodos de barrera, si la zona contagiosa queda fuera del área de protección de los métodos tradicionales de barrera.

 

Detección y primeros síntomas del VPH

 

El VPH se ha identificado hasta en el 80% de la población sexualmente activa en algún momento de su vida. La mayoría de los pacientes lo contraen al entrar en contacto directo con la piel de alguien infectado, siendo las verrugas la lesión más infecciosa. Cuando la verruga genital toca la piel susceptible de otra persona es fácil el contagio. También se ha visto en zonas mucosas como boca y conjuntivas.

 

 

Usualmente no se presentan síntomas (dolor o molestias). Los signos usuales son la salida de verrugas genitales características (condilomas) que pueden ser escasas o varias, además pueden crecer y multiplicarse. Estas lesiones pueden dar comezón o sangrar.

 

Por otra parte, en la mujer puede ocasionar lesiones en el cérvix, las cuales se pueden complicar a enfermedades más graves como el cáncer, y que son identificadas en ellas a tiempo gracias a la prueba de Papanicolau y colposcopía. La mejor manera de identificar si las lesiones son por VPH o no, es el estudio histopatológico de las mismas (patología), donde al microscopio se identifican las características propias del VPH sin lugar a dudas.

 

¿Una infección de por vida?

 

En la actualidad no existe un tratamiento para el VPH. En muchos artículos médicos se sigue considerando una infección de por vida que se controla hasta el punto donde las verrugas o lesiones llegan a no verse más. Es preferible la eliminación de las lesiones existentes (verrugas) mediante algún procedimiento como la fulguración con cauterio dermatológico, láser o medicamentos tópico como resinas o cremas, con la finalidad de tener la zona genital limpia y libre de lesiones siempre.

 

Es importante quitar las lesiones genitales, en especial las del cérvix uterino en mujeres para evitar progresión a cáncer cervicouterino. Cuando hay lesiones de VPH en el cérvix lo ideal es seguir las instrucciones del ginecólogo. En ocasiones las lesiones de la piel externa son tantas o tan grandes en los hombres que puede ser que se requiera anestesia más amplia, resecciones o fulguración de tejido abundante, incluso circuncisión, para lograr liberar al paciente de la superficie extensamente lesionada. Esto se ve principalmente en pacientes que no acuden a tiempo y las dejan crecer o multiplicarse.

 

Existen ahora vacunas que protegen a las personas en etapa sexual activa contra los serotipos cancerígenos. Se pueden colocar desde la niñez, sobre todo a las mujeres, y las más actuales cubren 7 o 9 serotipos cancerígenos del VPH. Desafortunadamente existen más de 100 serotipos que pueden ocasionar verrugas, por lo que la vacuna ayuda a disminuir la probabilidad de adquirir una cepa cancerígena únicamente. Pacientes que han sido vacunados pueden seguir formando verrugas por serotipos de papiloma no cancerígenos.

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